La Iglesia, un actor determinante en Cuba - Alfa y Omega

La Iglesia, un actor determinante en Cuba

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Foto: CNS

Ironías de la historia, la Iglesia se encuentra hoy desempeñando un papel central en Cuba. Ninguna otra institución en el país goza de tanta credibilidad ni está en condiciones equiparables de ayudar a superar las divisiones. Desde la visita de Juan Pablo II, en 1998, a la última de Francisco, en septiembre de 2015, las mejoras en las relaciones han sido continuas, hasta el punto de que el Papa desempeñó un papel central en el restablecimiento de relaciones diplomáticas con EE. UU., mientras que Raúl Castro fue el anfitrión del histórico encuentro entre el Obispo de Roma y el patriarca de Moscú. Al mismo tiempo, el episcopado cubano –y el cardenal Ortega en particular– ha desempeñado un papel central en la liberación de presos políticos.

Es cierto que todavía queda mucho por avanzar hacia la plena normalización de la presencia católica en la isla y que a muchos les gustaría ver avances más rápidos en la apertura en Cuba, pero lo más importante es no perder el rumbo. El reto sigue siendo –como lo planteó Benedicto XVI– que «Cuba sea la casa de todos y para todos los cubanos, donde convivan la justicia y la libertad, en un clima de serena fraternidad». Nadie mejor que la Iglesia puede ayudar hoy a hacer realidad esta aspiración.