Papa Francisco: la respuesta al terremoto de Haití mostró que «la Iglesia es un gran cuerpo» - Alfa y Omega

Papa Francisco: la respuesta al terremoto de Haití mostró que «la Iglesia es un gran cuerpo»

La respuesta tras el terremoto de Haití puso de manifiesto que «la Iglesia es un gran cuerpo», aunque todavía queda mucho por hacer en la reconstrucción de la isla, dijo el Papa a los participantes en la conferencia organizada en el Vaticano a los 5 años de aquella tragedia

Redacción

Mantener vivo el recuerdo del terremoto que costó la vida en 2010 a cerca de 230 mil personas y hacer balance de las ayudas destinadas a Haití en estos últimos 5 años eran los objetivos de la conferencia celebrada el 10 de enero en el Vaticano, con el título La comunión de la Iglesia: memoria y esperanza para Haití cinco años después del terremoto. El evento ha sido organizado por el Consejo Pontificio Cor Unum y la Comisión Pontificia para América Latina, en colaboración con los obispos de Haití. Han participado también representantes de algunas conferencias episcopales, operadores de los organismos de caridad católicos, congregaciones religiosas y diversos representantes diplomáticos acreditados ante la Santa Sede.

Al recibir a los participantes al final de la mañana, Francisco agradeció la labor de los obispos haitianos, y de todos las personas y organismos que han auxiliado a las víctimas de la tragedia. El Papa puso de manifiesto que, con esta ayuda, se ha manifestado que la Iglesia es un gran cuerpo, donde los diversos miembros se hacen cargo recíprocamente de sus dificultades gracias a la comunión que anima el Espíritu Santo, y donde el servicio de la caridad encuentra su razón profunda.

Si bien mucho se ha realizado por la reconstrucción de este país, el Pontífice resaltó también que aún hay mucho trabajo pendiente, y pidió que se haga sobre tres pilares fundamentales: la persona humana, la comunión eclesial y la Iglesia local.

La primera preocupación, dijo el Papa, debe ser ayudar a toda persona a vivir dignamente, con lo necesario tanto desde el punto de vista material, como para el propio desarrollo espiritual y religioso.

Un segundo aspecto fundamental es la comunión eclesial. En Haití –dijo el Papa– se ha verificado una buena cooperación de muchas instituciones eclesiales y de muchos fieles. De ahí que Francisco afirmara que esta pluralidad de sujetos y de acercamiento a la obra de asistencia y desarrollo, es un factor positivo, porque es signo de la vitalidad de la Iglesia y de la generosidad de tantas personas. Y añadió que sería una contradicción vivir la caridad separados. De ahí la invitación del Santo Padre a reforzar todas las metodologías que permitan trabajar juntos.

El testimonio de la Iglesia en Haití

Al destacar la labor de la Iglesia local, Francisco afirmó que es necesario que la Iglesia en Haití sea cada vez más viva y fecunda, para testimoniar a Cristo y para aportar su contribución al progreso de este país. Por esta razón animó a los obispos haitianos, a los sacerdotes y a todos los agentes pastorales a que, con su celo y comunión fraterna, susciten en los fieles un renovado empeño en la formación cristiana y en la evangelización gozosa y fructuosa.

«El testimonio de la caridad evangélica es eficaz cuando está sostenido por la relación personal con Jesús en la oración, en la escucha de la Palabra de Dios y en la participación en los Sacramentos», añadió. «Aquí está la fuerza de la Iglesia local».