Lluís Martínez Sistach: «Los pastores de las grandes urbes debemos ayudarnos» - Alfa y Omega

Lluís Martínez Sistach: «Los pastores de las grandes urbes debemos ayudarnos»

Barcelona acoge, la próxima semana, la segunda etapa del Congreso internacional de Pastoral en las grandes ciudades. Concluye en Roma, en un encuentro con el Papa. El cardenal Lluís Martínez Sistach explica la importancia del encuentro: «El mundo es mayoritariamente urbano, y la Iglesia tiene que realizar su misión en este mundo»

María Martínez López
El Camino Neocatecumenal evangeliza en Barcelona

Durante las Congregaciones Generales antes del cónclave, el cardenal Bergoglio y usted compartieron su inquietud común por la pastoral urbana. ¿Cómo ha ido cogiendo fuerza en la Iglesia esta preocupación últimamente?
Como muy bien dice, en las Congregaciones Generales previas al cónclave de marzo de 2013, hablé con el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de la gran Buenos Aires, y coincidimos en nuestro interés y preocupación por la pastoral de las grandes ciudades. Yo siempre he pensado que los pastores de grandes urbes —al menos los más vecinos— deberíamos reunirnos para ayudarnos en la atención pastoral de las realidades humanas muy similares. Pocos días después, en el cónclave elegimos al cardenal Bergoglio como obispo de Roma y Papa Francisco, y volví a hablar con él de este común interés. Estas conversaciones motivaron que organizara y convocara un Congreso internacional de Pastoral de las grandes ciudades en Barcelona. Al invitar a los expertos de distintas partes del mundo, encontré mucho interés en el tema del Congreso. Lo mismo digo al invitar a los cardenales y arzobispos de grandes urbes del mundo. Hay una coincidencia en la necesidad de realizar este encuentro. No podemos olvidar que, actualmente, el 52 % de la población mundial vive en ciudades y va en aumento. El mundo es mayoritariamente urbano y la Iglesia tiene que realizar su misión en este mundo.

Oración en las calles de Toulouse, en 2011

¿Qué indicaciones o peticiones concretas ha recibido del Papa?
El Congreso nació fruto de aquellas conversaciones que mantuve con él. Lo he programado en dos etapas, la de los expertos —sociólogos, pastoralistas y teólogos y otras especialidades— y la segunda dedicada solamente a los pastores de grandes ciudades, para reflexionar y dialogar sobre los contenidos que nos han ofrecido los expertos sobre la realidad actual de las grandes concentraciones humanas. De ello, he ido hablando con el Papa Francisco. Él siempre se ha mostrado muy interesado en la celebración del Congreso. No podemos olvidar que participó en el I Congreso regional de Pastoral Urbana, celebrado en la capital argentina el 25 de agosto de 2011. Asimismo, en su Exhortación apostólica Evangelii gaudium, dedica los números 71-75 a los desafíos de las culturas urbanas. El pasado mes de enero, ya me concedió una Audiencia para el 27 de noviembre, para recibirnos a los pastores que nos reunimos los días 24, 25 y 26 en Barcelona. Esperamos con mucho interés las palabras que nos dirigirá en la Audiencia. Inmediatamente después, publicaré las actas de las dos etapas del Congreso.

¿Qué desafíos específicos plantean las grandes ciudades?
Plantean muchos desafíos. Muchos de ellos figuran en el documento del Papa Evangelii gaudium. La geografía urbana es heterogénea, la gran ciudad es ambivalente, ofreciendo infinitas posibilidades y numerosas dificultades, hay formas de deterioro de la vida, aparecen los problemas del miedo, la violencia, el aislamiento social, el individualismo, la desconfianza de las instituciones, se dan fenómenos nuevos del individuo, o nuevos movimientos sociales, y también hay un fuerte recurso a dos estructuras tradicionales: la familia y la religión. Hay desafíos importantes en las capas de pobreza y miseria. Como afirma Francisco, en la gran ciudad son muchísimos los no ciudadanos, los ciudadanos a medias o los sobrantes urbanos.

En su Carta pastoral Una Iglesia samaritana en las grandes ciudades, hace hincapié en la necesidad de que las familias sean misioneras. ¿Por qué esta necesidad de Iglesias domésticas misioneras, más allá de las parroquias?
El Papa Francisco nos pide que vayamos a las periferias geográficas y existenciales para anunciar el amor del Señor hacia toda persona. Las familias cristianas —nos recuerda el Concilio Vaticano II— son Iglesias domésticas, y estas familias ya tienen su hogar conyugal en las periferias de las parroquias, de las ciudades y de los barrios. Deberían invitar a su hogar a personas conocidas no creyentes o no practicantes, y tratar en reunión de amigos los temas que les interesan. Sin duda, saldrá el dolor, la enfermedad, el sentido de la vida, etc. Se rezará, se leerá algún fragmento del Evangelio y, así, quizás más adelante algunos pasarán de la Iglesia doméstica a la Iglesia parroquial, para participar en la Eucaristía e integrarse en la comunidad cristiana.

¿Qué frutos ha dado ya, en Barcelona, la reflexión sobre la pastoral en las grandes ciudades? ¿Qué otros frutos espera usted?
A mí me ha ayudado mucho. Las palabras del Papa de que «Dios vive en la ciudad», me han ayudado a contemplar la ciudad con una mirada de fe para descubrir la presencia de Dios en los hogares, en las calles y en las plazas de las urbes. Contemplando así la ciudad, uno descubre que Dios vive entre los ciudadanos promoviendo la solidaridad, la fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia. Los contenidos del Congreso ayudan a comprender que hay que empezar haciendo de la ciudad una lectura teológica, y después sociológica, urbanística, económica, etc. En la archidiócesis de Barcelona, pensamos celebrar una jornada pastoral para empezar a aplicar los contenidos del Congreso a nuestra pastoral que ha de ser urbana. El gran fruto pienso que consiste en que los pastores y los laicos comprometidos en la pastoral nos dejemos interpelar por aquellos contenidos. Las aplicaciones pastorales vendrán después.

110 millones de almas

El Congreso de Pastoral en las grandes ciudades reunirá a los pastores de 23 grandes ciudades. En ellas, viven casi 110 millones de personas —desde los 20,4 de Bombay, al 1,24 de Zagreb (Croacia)—, con un promedio de 38,7 % católicos, aunque oscilan entre el 82 % de Roma, y el 2 % de Bombay. Y son tan distintas como Duala (Camerún) y San Francisco (Estados Unidos). Entre los asistentes, destacan los cardenales Poli (Buenos Aires), Tempesta (Río de Janeiro), Scherer (Sao Paulo), Mosengwo Pasinya (Kinshasa), Gracias (Bombay), Tagle (Manila), Barbarin (Lyon), Vallini (vicario de Roma) y Nycz (Varsovia). También estarán representadas Santiago de Chile, Chicago (Estados Unidos), Monterrey (México), Abuja (Nigeria), Saigón (Vietnam), Seúl (Corea del Sur), Burdeos (Francia), Lisboa (Portugal) y Nápoles (Italia). España, además del cardenal Sistach, participarán monseñor Osoro, arzobispo de Madrid, y monseñor Taltavull, auxiliar de Barcelona.