Cardenal Maradiaga: «Las migraciones no se detienen con muros» - Alfa y Omega

Cardenal Maradiaga: «Las migraciones no se detienen con muros»

Elude mencionar por su nombre a Donald Trump, pero asegura que «algunos mensajes del Papa le generan urticaria». Sobre las resistencias a las reformas del Papa, el arzobispo de Teguzigalpa y coordinador del Consejo de Cardenales afirma que «todo cambio trae desestabilización». «La reforma más grande ha sido su cercanía con todo el mundo

ABC

Asegura Óscar Rodríguez Maradiaga que «el Papa no tiene pelos en la lengua» y parece que él cultiva la misma actitud. El arzobispo de Tegucigalpa, que coordina el Consejo de Cardenales creado por Francisco para reformar la curia romana y, en general, la Iglesia, pasó ayer brevemente por Compostela para reflexionar sobre los movimientos migratorios y la solidaridad. Pronunció una conferencia al respecto organizada por la Universidad LiberQuaré; mantuvo un coloquio con los asistentes, y atendió unos minutos a ABC antes de regresar a Roma.

El prelado hondureño defiende que «las migraciones no se detienen con muros ni con ahogamientos, sino con desarrollo en los países de origen», pues «todo el mundo quiere vivir y morir en el lugar donde nació». «Cuando uno tiene que dejarlo, es dramático. Si hubiese suficiente desarrollo, no habría esos flujos migratorios», reitera. Aunque reconoce que «cada Estado tiene el derecho de regular estos flujos y adoptar medidas políticas dictadas por las exigencias generales del bien común, siempre ha de hacerlo garantizando el respeto de la dignidad de toda persona humana». Y advierte: «Mientras tengamos guerras, cuando la humanidad prefiere mirar para otro lado, como sucedió con los Balcanes y ahora con el Medio Oriente, será muy difícil que se produzca una migración equilibrada». «Me duele cuando algunos de estos problemas u otros como el maltrato a la mujer son solo estadísticas», afirma.

Maradiaga, que realizó un exhaustivo repaso por el magisterio papal, elogia la encíclica Laudatio si’ de Bergoglio, «tan bella y a la vez tan ignorada, especialmente por las petroleras que la quisieron boicotear antes de nacer». Aunque sin llegar nunca a mencionarlo, critica los modos de Donald Trump: «Algunos mensajes del Papa le generan urticaria».

«Cuando ve ese tono desafiante hacia los mexicanos con la construcción del muro, ¿qué piensa?», le inquirimos: «Eso ciertamente no contribuye a nada bueno. Un presidente es el primer servidor del bien común y no puede saber de todo. Cuando la persona se deja aconsejar, es más difícil que se equivoque». En su opinión, «la contaminación del medio ambiente, erosionar la confianza o fomentar la corrupción» son formas de practicar la insolidaridad.

Maradiaga, que fue presidente de Cáritas Internacional, lamenta que las guerras y la crisis económica hayan provocado «que brote en todas partes la xenofobia y la hostilidad con el extranjero. Debido al terrorismo, no es fácil ver con ojos de misericordia al inmigrante», declara. Reconoce que «muchos no tienen en mente integrarse» y les señala que «al lado de los derechos están los deberes». A la vez, reclama a los políticos –a quienes acusa de «olvidarse del bien común»– que impulsen iniciativas para evitar guetos, especialmente desde la educación. Y avisa a los cristianos: «No podemos estar tranquilos en nuestros templos, sino que debemos estar siempre en salida».

La resistencia de la Curia

Cuando se le pregunta si la resistencia de miembros de la Curia a las reformas está subiendo o bajando, ríe: «Todo cambio trae desestabilización. Cuando se ve que la silla ya no está bien asentada en el piso, la primera actitud es oponerse. El Papa no dejó el palacio apostólico por razones ideológicas. Me dijo: «Necesito a la gente. Y aquello es un embudo que me aísla». Es lógico que haya dificultades, pero ya se han hecho 18 reformas».

Al pedirle que elija una, responde: «La reforma más grande ha sido su cercanía con todo el mundo, en todos los sentidos, especialmente con los gestos para los más pobres y para los que sufren. Hoy el Papa es el líder mundial más respetado». «¿Le ve con fuerzas para seguir?», nos despedimos. «Está con óptima salud y deseoso de continuar».

Abraham Coco / ABC