Cáritas Huelva lamenta el fallecimiento de un joven en un asentamiento de temporeros - Alfa y Omega

Cáritas Huelva lamenta el fallecimiento de un joven en un asentamiento de temporeros

Cáritas Diocesana de Huelva ha hecho pública este miércoles una nota en la que lamenta el fallecimiento, ayer, del joven Adama Ndiaye, de 30 años de edad, en uno de los asentamientos chabolistas situados en las periferias de los municipios agrícolas de la provincia vinculados a la campaña de la fresa

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En el caso de este joven senegalés, el asentamiento donde vivía fue su techo durante más de 5 años y, a pesar del esfuerzo de las entidades sociales para que dejara su chabola, él nunca quiso abandonarla. Adama era usuario habitual del centro de duchas San José que Cáritas Parroquial de Moguer mantiene abierto desde el año 2013 con la colaboración del Ayuntamiento de esta localidad.

Situación inhumana de más de 2.000 personas

La historia de Adama es sólo una más entre las más de 2.000 personas que durante esta campaña pernoctarán en los asentamientos de la provincia. A pesar de que su muerte no ha sido accidental, Cáritas Diocesana de Huelva vuelve a denunciar la inhumanidad que supone para muchas de estas personas dejarse la vida en una chabola de plástico y cartón.

Cáritas Huelva sigue alertando sobre el carácter permanente de estos asentamientos en la provincia y de las pésimas condiciones de vida que sufren las personas que viven en los mismos. Ante esta situación, Cáritas propone las siguientes medidas:

  • Que las Administraciones afronte su parte de responsabilidad en esta realidad, así como una mayor implicación para buscar una solución real a este problema.
  • La creación de una mesa intersectorial en la que Administración, sindicatos, patronal, organizaciones sociales y los propios afectados busquen y aporten todo lo posible en la solución de este problema humanitario.
  • La puesta en marcha de una red de recursos en todas las zonas agrícolas que eviten que los trabajadores temporeros se vean obligados a vivir en asentamientos que no disponen de ningún tipo de servicios.
  • Que estos servicios se vean ampliados con otros dirigidos a complementar las necesidades de atención social, salud y educación de las personas que se desplazan a la provincia a trabajar.
  • La puesta en marcha de programas de ayuda y mediación al alquiler de viviendas que ofrezcan una alternativa a las chabolas.

Y ante todo, Cáritas Huelva reclama que, como sociedad, no nos acostumbremos a que hechos tan lamentables y que inciden de lleno en la vulneración de derechos humanos queden en el olvido, en unas ocasiones, o en una trivialización de la pobreza, en otros.