Los salesianos acogen a los huérfanos del ébola - Alfa y Omega

Los salesianos acogen a los huérfanos del ébola

María Martínez López
Ilustración: Asun Silva

¿Habéis oído hablar del ébola? Es una enfermedad muy grave que está matando a miles de personas en África. Como siempre, los niños están entre los más afectados, porque esta enfermedad ha dejado huérfanos a muchos de ellos. En Sierra Leona, el Gobierno ha pedido ayuda a los misioneros salesianos para que se hagan cargo de parte de estos niños, y la semana pasada empezaron a acoger a algunos en una casa preparada especialmente para ellos.

El padre Jorge Crisafulli, responsable de los salesianos en la zona, cuenta que «hemos renovado una escuela, transformando las clases en dormitorios, haciendo una cocina… Vamos a comprobar muy bien que los niños que lleguen estén todos sanos. Pero también hemos preparado una pequeña clínica para que, si alguno se pone enfermo, esté allí mientras le hacen análisis para saber si tiene la enfermedad, y que no contagie a los demás».

A Jorge, al principio, le pidieron que se hiciera cargo de «unos 40 o 60 niños. Estamos preparados para recibir a 120, pero han hecho un estudio y hay más de mil niños en esta situación. No tenemos dinero ni sitio para atender a tantos». Muchos de ellos son totalmente huérfanos, porque sus padres murieron por el ébola y no tienen más familia. Otros sí tienen parientes, pero no se quieren hacer cargo de ellos porque creen que son niños-brujos y que han utilizado la enfermedad para matar a sus padres. Y hay también unos pocos que tuvieron la enfermedad y están curados, pero la gente tiene miedo de que les puedan contagiar.

En su nueva casa, «por la mañana tendrán estudio, y después de comer, actividades extraescolares y terapia. Están verdaderamente traumatizados porque han visto cosas horribles: sus padres han muerto, están separados de sus familias, ¡y les echan la culpa a ellos!». Los salesianos quieren ayudarles a superarlo con la ayuda de una sana psicología, y también mediante la música y el juego. Pero su principal meta es que puedan volver a casa: «Tenemos dos asistentes sociales, para intentar buscar a su familia y ver la posibilidad de reunificarlos. Si en cuatro meses no lo conseguimos, les buscaremos una familia sustituta, y si tampoco la encontramos, se quedarán aquí, en una especie de orfanato».

El padre Jorge cree que el Gobierno les ha pedido ayuda «porque confían en nosotros, saben que, desde que terminó la guerra civil en este país, hemos estado trabajando en la recuperación de los niños soldado, y ahora también hacemos un trabajo de rehabilitación con los niños de la calle. Tenemos bastante éxito, porque en muchos casos conseguimos que vuelvan a casa y están reconstruyendo su vida de forma positiva. Con los niños afectados por el ébola esperamos conseguir lo mismo».