¿El amor dura Tres años? - Alfa y Omega

Tres años es una adaptación del dramaturgo Juan Pastor de la obra de Chéjov Tri Goda. Cinco personajes de la España de 1931 cuentan, directamente al público, cómo buscaron la felicidad a través de la persecución del amor. Del amor real, del amor inventado, del amor pasional, del amor espiritual. Queridos, la obra entera no es otra cosa que un espejo de cada uno de los presentes. Porque…

Tres años es la historia de Alejandro y Julia. Y de Paulina y Jaime. Y de Gregorio. Es la historia de quien suspira en la fila de atrás, y llora y ríe. Y también es la mía, en algún momento de mi vida.

Tres años es la historia todos aquellos que hemos tenido la inmensa suerte de toparnos con el amor y nos hemos sentido perdidos y hallados. Es la historia de quienes tienen miedo a darse o sufrir, y se refugian en que el amor «es cosa de endorfinas, un mero hecho físico», como le ocurre al desgastado Gregorio –grande José Maya–.

Foto: Manuel Benito

Es la historia de los que aman al otro con todas sus fuerzas, como Paulina, que amó a Alejandro, que amó «su alma», todo su ser de manera completa y absoluta –bárbara Alicia González, ¡qué mujer!–. Ella recuerda que la mujer es algo más que juventud, es más que una belleza efímera, al fin y al cabo. Ella cree que el amor es ser compañeros, es amar las virtudes en el otro, pero también sus defectos. Paulina es el amor profundo y sincero. Y también la rabia por no verse correspondida.

Es la historia de los míseros que un día amaron, fueron heridos y no quieren volver a exponerse, como Alejandro –gracias Raúl Fernández por hacernos sentir tanto–, que un día se encuentra con una bella pelirroja que hace renacer de nuevo las mariposas en el estómago, la sonrisa atontada y la idolatría a una pequeña sombrilla –que ella tocó. La tocó–: «Otra vez amaba. Valía la pena decir AMO», dice mientras baila feliz (Valió la pena, amigo. Por unos instantes, pero qué felices. Aunque mísero de principio a fin).

Foto: Alicia González

Es la historia de ella, la desdeñosa, la mujer que no quiere envejecer sola en una aldea, pero cuyo pretendiente le repugna –ella, María Pastor. Es ella–. La que ve pasar el tiempo y se conforma, porque «mientras esperas, envejeces». Y decide tragar saliva, soportar su asco y conformarse. E incluso aprender a querer. Aunque, ¿es eso amor?

No se esperen una gran trama, con giros y vericuetos inesperados. La obra es lo que les cuento. Cinco retratos de personas cansadas de vivir que quieren tocar de refilón la felicidad a través del amor. Interactuarán entre ellos persiguiendo ser queridos, y mostrando sus sentimientos más profundos. Y lo harán con ternura, hasta con risa en momentos. Con violencia y drama en otros. Esta hora y 40 minutos no es otra cosa que un escaparate donde irán a vivir vidas vividas de personas que un día decidieron rebelarse, aunque sea unos segundos. Y de otros que nunca se rebelaron.

Eso sí, saldrán interpelados. Se preguntarán si a veces hemos dado demasiada importancia al amor. Si los cuentos de hadas nos estropearon la visión real de las cosas. Si «el amor es un misterio que dura tres años». Si, como dice Chéjov, el amor verdadero es más duradero que un arrebato. Yo me sumo a Chéjov.

–Al menos ¿eres feliz?

–No.

Dice él. No sean como él.

Tres años

★★★★★

Teatro:

Sala Guindalera

Dirección:

Calle Martínez Izquierdo, 20

Metro:

Metro: Diego de León

OBRA FINALIZADA