Regis Iglesias, un refugiado incómodo - Alfa y Omega

Regis Iglesias, un refugiado incómodo

El opositor cubano pide al Gobierno español que medie para facilitar su vuelta a Cuba, aunque sea para regresar a la cárcel

Ricardo Benjumea
Regis Iglesias hace el símbolo del Movimiento Cristiano Liberación. Foto: María Pazos Carretero

De los 41 opositores cubanos detenidos durante la primavera negra que llegaron a España en 2010 solo quedan hoy dos. Uno es Regis Iglesias (La Habana, 1969), del Movimiento Cristiano Liberación. «Al principio la ayuda fue muy generosa, pero con toda esa marabunta de la crisis que cayó en España, la llegada al poder de Mariano Rajoy significó que se cortaran los fondos», explica. La mayoría de opositores emigró a EE. UU., porque «al menos allí hay trabajo», pero a Iglesias se lo impidieron las cargas familiares.

Hasta ahora fue tirando gracias al encargo de informes para el Grupo Popular Europeo. El MCL pertenece a la Internacional Demócrata Cristiana, hoy llamada «de Centro», pero con la práctica extinción de Unió Democràtica de Catalunya han desaparecido casi todos los apoyos políticos. Del PP, Regis Iglesias confiesa que espera ya poco tras el incidente de tráfico que costó la vida en 2012 al dirigente cubano Oswaldo Payá, que muchos consideran que fue un asesinato encubierto. Con Payá viajaba un dirigente de Nuevas Generaciones que finalmente pudo ser repatriado a España. Los populares han mantenido desde entonces un perfil bajo en este turbio asunto.

Sin trabajo ni derecho a paro («estoy dispuesto a aceptar lo que sea», dice), y con sus dos hijas ya mayores y asentadas en Madrid, Regis Iglesias le ha pedido al Gobierno español que medie para facilitar su regreso a Cuba. No le importa correr la misma suerte que el coordinador del MCL, Eduardo Cardet, al que el régimen acaba de condenar en un juicio-farsa a tres años de cárcel. «He estado muchas veces en prisión, no va a ser nada nuevo», dice.

Su objetivo es redoblar la presión internacional para la campaña Un cubano, un voto. El presidente Castro ha anunciado que no se presentará a la reelección en 2018, pero «Raúl no es ningún Juan Carlos I ni hay ningún Adolfo Suárez a la vista». Convencidos de que el régimen cubano prepara un pucherazo, los miembros del Movimiento Cristiano Liberación retoman su lucha pacífica por la democracia, caracterizada por «respetar siempre la vía legal». Esa fue la clave del Proyecto Varela que impulsó en los años 90 Oswaldo Payá (a la democracia, desde la legalidad vigente) y de la recogida de firmas que provocó que, en 2003, Regis Iglesias fuera condenado a 18 años de cárcel junto a otros 74 activistas.

Compromiso político desde la parroquia

Fueron casi ocho años de internamiento en el Combinado del Este. Gracias a la mediación del cardenal Ortega, entonces arzobispo de La Habana, el régimen permitió el exilio de varios presos políticos con el compromiso de que podrían regresar pasados dos años (promesa después incumplida) y de que no perderían sus propiedades en Cuba. «Yo le agradecí al cardenal su oferta, pero dije que no. Después, lo que pasó es que mis hijas fueron mi caballo de Troya: me dijeron que necesitaban estar conmigo, y ya no pude darles más ánimos, como en otros momentos, para que siguieran resistiendo». Iglesias comunicó su rectificación a Oswaldo Payá y al cardenal Ortega. «Los caminos de Dios son así», coincidieron ambos en decirle.

No fue una decisión fácil. Para Regis Iglesias, compromiso político y fe cristiana van de la mano, como les sucede a otros muchos miembros del MCL (incluido Oswaldo Payá), que iniciaron su activismo en grupos parroquiales.

Pero lo que a él realmente le sedujo en un principio fue el rock and roll, prohibido en su juventud en la isla. Fray Miguel Ángel Loredo, sacerdote franciscano muy conocido, «tenía una pequeña radio en la parroquia de Santa Clara y nos dejaba escuchar emisoras del sur de la Florida que de vez en cuando llegaban a La Habana».

La conversión religiosa le llevó unos años después a la política. El detonante fue la injusta encarcelación de Loredo, quien, tras diez años preso, fue liberado por mediación vaticana, para finalmente ser expulsado de la isla, a la que ya nunca pudo regresar. Falleció en 2011 en EE. UU.

Regis Iglesias tuvo que pagar un alto precio. Apenas pudo trabajar como técnico de sonido, su oficio. «Los trabajos nunca me duraban», cuenta. Así es como actúa el Gobierno con los opositores. «Cuando tienes un pequeño negocio o una tierra en usufructo te acosan hasta que tienes que cerrar. Si no estás con el régimen te asfixian económicamente».

Por eso Iglesias rechaza cualquier comparación con la España que salía de la dictadura en los años 70. «Con este control total de la sociedad, ¿alguien puede pensar que las elecciones de 2018 van a ser libres?».

Acto del MCL en Alfa y Omega

La responsable de la recogida de firmas en La Habana de la campaña Un ciudadano, un voto, visita España del 3 al 6 de abril. Uno de los últimos actos de la dirigente del MCL será un encuentro en el salón de actos de Alfa y Omega, junto a Regis Iglesias y Carlos Payá, hermano de Oswaldo, con el título El legado de Oswaldo Payá: el Movimiento Cristiano Liberación. Será el jueves 6 de abril a las 12 horas. Modera María Teresa Compte, directora del Máster de Doctrina de la Iglesia de la Universidad Pontificia de Salamanca.