EE. UU.: «Tenemos derecho a estar con nuestros padres» - Alfa y Omega

EE. UU.: «Tenemos derecho a estar con nuestros padres»

María Martínez López
Elena habla durante una rueda de prensa previa a la salida de la Caravana. Foto: We Belong Together

Elena no ve a su padre desde hace cinco años. Un domingo la Policía lo paró para dar paso a unos ciclistas mientras iba en coche a la iglesia en Homestead (Florida), donde vive la familia. Le pidieron el carnet de conducir. No tenía porque era un inmigrante indocumentado y fue detenido. «Nos dieron una semana para buscarnos un abogado. Pero cuando este llegó, nos dijeron que mi padre ya estaba aterrizando en Guatemala», cuenta la joven, de 17 años. Su madre estaba embarazada de su quinta hija, Diana, que aún no conoce al padre.

Elena y sus hermanos nacieron en EE. UU. y son ciudadanos norteamericanos. Pero su madre tampoco tiene papeles. «Tenemos miedo de volver un día del colegio y que no esté. Va con mucho cuidado cuando está en lugares públicos. Está buscando un guardián legal para nosotros por si acaso también la deportan a ella. No quiere llevarnos a Guatemala, sino que nos quedemos aquí con alguien en quien confíe y sigamos nuestros estudios». En todo el país, 5,7 millones de menores están en la misma situación, según el Centre for Migration Studies de Nueva York.

Este lunes Elena se subió con su madre y sus hermanos al autobús de la Caravana de los Niños, que salía de Miami rumbo a Washington DC. Allí se les une este jueves otro grupo con menores y padres de seis estados del noreste del país. Organizada por varias entidades de defensa de los inmigrantes, las mujeres y los trabajadores, el objetivo de la caravana es concienciar con actos en varias ciudades sobre la vulnerabilidad de estas familias y, una vez en la capital, «decirle al presidente Trump que tenemos derecho a que no nos separen de nuestros padres», explica Elena.

Las familias de hijos ciudadanos con padres indocumentados son uno de los grupos que más pueden sufrir las consecuencias de la orden ejecutiva del presidente que declara a todos los indocumentados objetivo prioritario de las Fuerzas de Seguridad y obliga a las policías locales a colaborar con los agentes de inmigración, castigando a las ciudades que no colaboren, las llamadas ciudades santuario. Por ejemplo, en Miami, de donde partía la caravana, We Belong Together, una de las entidades organizadoras se ha movilizado contra la decisión de su alcalde de dejar de ser ciudad santuario.