Amigos fuertes de Dios - Alfa y Omega

En tiempos desconcertantes, sorprendentes, «recios» (Libro de la Vida 33,5), Teresa de Jesús propone un estilo nuevo de ser persona consagrada. Un modo aguerrido, sin excusas, sin falsas humildades, sin apocamientos, donde no se esconda el don de Dios que recibe cada una, se acoja con gozo al Señor y se tome conciencia de ser piedras vivas. (…) En su época, ante las adversidades, ella afirma que «se necesitan amigos fuertes de Dios para sostener a los débiles». Fortaleza a la que invita la Santa contra toda tibieza, contra todo desmayo, contra toda flaqueza, contra toda autorreferencialidad.

Esta propuesta de Teresa es la que, desde la alegría del encuentro con Jesús y su seguimiento más en libertad y más de cerca, nos recuerda el Papa Francisco en este Año de la Vida Consagrada: «Un modo distinto de hacer, de actuar, de vivir». Un modo alegre, comprometido, orante, fraterno, misionero, misericordioso, transformativo. Una vida consagrada impulsada por una animosa amistad con Dios, que no es conquista por la realización de proezas humanas. Una vida consagrada que ha de construirse con el consentimiento libre, voluntario, humilde y gozoso para que Cristo habite el corazón humano. Consentimiento para dejar actuar al Señor a través de la persona. Consentimiento que llevará a «despertar al mundo». Algo que sólo es posible con una intensa vida de oración. (…)

Se trata de poner a Dios en el centro de nuestra vida consagrada, sin reservas. Y anunciar la Buena Noticia de Jesucristo y del Reino, en una Iglesia misionera, en salida. Como vida consagrada que ama y afronta con coraje este mundo que está ardiendo y necesita transformarse por la misericordia y la justicia de Dios, para arder de otra manera, en el fuego del amor del Padre. (…)

Pero no es cosa de ir solos. Teresa no se fía de sí, con tantas luces como recibe, porque sabe que, en el camino de la oración, de la relación con el Señor y de la evangelización, hay muchos engaños. (…) Por eso, recomienda siempre hacerse espaldas, ayudarse unos a otros. (…) Hagamos espaldas en la vida fraterna en comunidad para vivir, testimoniar y contagiar la amistad fuerte con Dios en la vida consagrada.

Luis Ángel de las Heras, CMF y María Rosario Ríos, ODN
Presidente y Vicepresidenta de CONFER