Gentes: Fabrice Hadjadj, escritor y filósofo (en La fe de los demonios) - Alfa y Omega

El diablo no quiere un mundo sin cristianismo, sino un cristianismo sin Dios, con hombres que se crean autosuficientes. El espíritu malo es siempre favorable a los ejercicios espirituales, siempre que no se trate de una espiritualidad de la Encarnación. También es favorable a un apostolado muy activo, siempre que no sea el de la caridad. De lo que se trata es de dejarnos creer que ser cristiano es un título, y llevarnos a producir un cristianismo a nuestro gusto. Lo esencial es detraer del cristianismo su misterio de gracia.