El Papa no se pronuncia sobre los candidatos franceses, pero recuerda que «Europa está hecha de migrantes» - Alfa y Omega

El Papa no se pronuncia sobre los candidatos franceses, pero recuerda que «Europa está hecha de migrantes»

Pese a declinar opinar abiertamente sobre Le Pen y Macron (de este último, dijo, carece de información), Francisco subrayó que le preocupa la unidad de Europa y que el Viejo Continente está formados por migrantes «desde hace siglos y siglos»

Ricardo Benjumea

El asunto de la segunda vuelta de las elecciones francesas, que se celebran el próximo domingo, apareció en la rueda de prensa del Papa a su regreso de Egipto. Preguntado acerca de qué «elementos de discernimiento puede ofrecer» para los católicos franceses, «tentados del voto populista y extremo», Francisco comenzó aclarando que tuvo que «volver a aprender en Europa el significado de la palabra “populismos”, porque en América Latina tiene otro». Y sin querer entrar explícitamente en cuestiones de «política interna» francesa, que dijo desconocer, contó que durante estos años ha intentado «tener buenas relaciones con el presidente actual, con el que una vez hubo un conflicto, pero después pude hablar claramente sobre las cosas».

El Papa fue claro sobre la inoportunidad de crear hoy partidos católicos. Hace unos días –contó, según la traducción ofrecida por Vatican Insider–, alguien le preguntó: «“¿Por qué no piensa en la gran política?”. ¡Quería decir hacer un partido para los católicos! ¡Pero este buen señor vive en el siglo pasado!».

En lo que respecta a Le Pen y Macron, «no conozco la historia de los dos candidatos franceses, no sé de dónde provienen, sé que una es una representante de la derecha, pero el otro no sé de dónde viene, y por ello no sabría dar una opinión», aseguró.

Y tras aclarar que «cada país es libre de tomar las decisiones que crea convenientes», el Papa aludió a una serie de cuestiones que, implícitamente, le distancian de la propuesta del Frente Nacional, sin que ello suponga un apoyo al otro candidato, Macron.

Una de esas cuestiones es el riesgo que hoy corre Europa de «deshacerse». El euroescepticismo. En varias ocasiones –como recordó– Francisco ha animado a los europeos a seguir adelante con el proyecto de integración, al que se oponen hoy diversos populismos, entre ellos el que representa Le Pen.

Acto seguido aludió a la inmigración. «Hay un problema que espanta y que tal vez alimenta estos fenómenos, y es el problema de la inmigración», dijo. «Pero no olvidemos que Europa está hecha de migrantes, desde hace siglos y siglos, de migrantes: somos nosotros».

«Campos de concentración» para refugiados

Otra de las preguntas al Papa se refirió a las duras palabras que el Obispo de Roma dedicó hace una semana a los campos de refugiados, a los que comparó con «campos de condenados». «El mío no fue un lapsus», aclaró, alabando de paso una vez más la generosidad de Grecia e Italia, en contraste con la actitud egoísta del norte de Europa.

El Papa lava los pies a refugiados el Jueves Santo de 2016

«Hay campos para refugiados que son verdaderos campos de concentración. Tal vez alguno en Italia, tal vez otro en otras partes. Usted piense qué hace la gente cuando está encerrada en un campo sin poder salir. Piense en lo que sucedió en el norte de Europa cuando los migrantes querían atravesar el mar para ir a Inglaterra, y los encerraron. Una cosa me dio risa, y esta es un poco la cultura italiana: en Sicilia, en un pueblito, hay un campo para refugiados. Los líderes de ese pueblo le hablaron a los migrantes y les dijeron: “Estar aquí adentro le hará daño a su salud mental, tienen que salir, pero, por favor, ¡no hagan cosas feas! Nosotros no podemos abrir las rejas, pero hagamos un hueco atrás, ustedes salen, y se van a pasear al pueblo…”. Y así se construyeron buenas relaciones con los habitantes de ese pueblito: los migrantes no cometen actos de delincuencia o criminalidad. Pero estar encerrados en un lager…».

Apuesta por la diplomacia

Preguntado sobre diversos conflictos en el mundo, el Papa reiteró su disposición a dialogar con Donald Trump y otros líderes mundiales «para resolver los problemas por el camino de la diplomacia». Al su despacho –aclaró– no ha llegado ninguna petición para ese posible encuentro a finales de mayo, aprovechando la visita del presidente norteamericano a Italia, «pero yo recibo a cualquier jefe de Estado que pida audiencia».

Para la Santa Sede, la vía privilegiada es la diplomacia, punto de vista que comparte con otros países. «Existen los facilitadores, los mediadores que se ofrecen. Hay países, como Noruega, siempre lista para ayudar», dijo a modo de ejemplo. «La vía es la de la negociación, de la solución diplomática».

En relación a Corea del Norte, el Papa lamentó que «la cosa se ha calentado demasiado». Y mencionó las guerras en Oriente Medio, en Yemen y en África. «¡Detengámonos! Busquemos soluciones diplomáticas, y allí creo que las Naciones Unidas tienen el deber de retomar un poco su liderazgo, porque se ha diluido un poco», dijo.

«La difícil situación de Venezuela»

Otra pregunta más específica –formulada por el periodista español Antonio Pelayo– se refirió a la situación en Venezuela. «Ya hubo una intervención de la Santa Sede, siguiendo la petición de los cuatro presidentes que estaban trabajando como ”facilitadores”, pero la cosa no tuvo éxito porque las propuestas no fueron aceptadas o porque las diluían», recordó.

«Todos conocemos la difícil situación de Venezuela, un país que amo mucho», añadió el Pontífice. «Sé que ahora están insistiendo, no sé bien dónde, creo que todavía de parte de los cuatro presidentes, para volver a lanzar esta mediación, y están buscando el lugar. Ya hay oposiciones claras, la misma oposición está dividida y el conflicto se agudiza cada día más. Estamos en movimiento. Todo lo que se pueda hacer, hay que hacerlo, con las garantías necesarias».

Relaciones con la Ortodoxia

También habló Francisco de la «gran amistad» que siempre ha tenido con los ortodoxos, en respuesta a la pregunta a una periodista rusa. «En Buenos Aires, cada vigilia de Navidad, iba a las Vísperas a la catedral del Patriarca ortodoxo, que ahora es arzobispo de Ucrania: dos horas 40 de oración en una lengua que no entendía. Y luego participaba en la cena de la comunidad», relató.

Con el papa copto Teodoro II

«Somos Iglesias hermanas. Con el Papa copto Teodoro II tengo una amistad especial, para mí es un gran hombre de Dios, es un gran patriarca que sacará adelante a la Iglesia, sacará el nombre de Jesús adelante. Tiene un gran celo apostólico, es uno de los más “fanáticos” para encontrar la fecha fija de la Pascua. Yo también, pero él dice: “¡Luchemos, luchemos!”. Cuando era obispo lejos de Egipto, iba a darle de comer a los discapacitados».«Vamos por buen camino» para el reconocimiento mutuo con todas las Iglesias católicas del bautismo, aseguró, añadiendo que «el ecumenismo se hace en camino con las obras de caridad, estando juntos. No existe un ecumenismo estático. Los teólogos deben estudiar, pero no es posible que esto acabe bien si no caminamos juntos, rezando juntos…».

Tras mencionar concretamente a varios líderes ortodoxos, el Papa habló del Patriarca ruso Cirilo, con quien mantiene «relaciones buenas», igual que con su estrecho colaborador, el arzobispo Hilarion, quien –subrayó– «ha ido varias veces a Roma».

Del «Estado ruso» destacó que el Gobierno «habla sobre la defensa de los cristianos en el Medio Oriente, y creo que esta es una cosa buena: hablar en contra de la persecución. Hoy hay más mártires que en el pasado».