«Necesitamos la ayuda de toda la Iglesia para que la fe siga creciendo en Mongolia» - Alfa y Omega

«Necesitamos la ayuda de toda la Iglesia para que la fe siga creciendo en Mongolia»

La Iglesia en España celebra el próximo domingo 7 de mayo la Jornada de Oración por las Vocaciones y de Vocaciones Nativas, convocada conjuntamente por la Conferencia Episcopal Española (CEE), Obras Misionales Pontificias (OMP), y la Conferencia Española de Religiosos (CONFER). Con el lema Empujados por el Espíritu: Aquí estoy, envíame, la Iglesia quiere llamar la atención sobre la importancia de apoyar a los jóvenes que se sienten llamados a entregar su vida a Dios y a servir a los demás en todos los rincones de la tierra

OMP

El primer sacerdote mongol, Enkh Joseph, que había sido invitado por OMP a la rueda de prensa de presentación de la jornada vocacional que se celebrará el domingo 7 de mayo, no pudo asistir por problemas con el visado. Sí pudo viajar la religiosa de la Consolata, Esperanza Becerra Medina, que trabaja con él. La misionera habló de su experiencia en este enorme país y presentó un video con el que el sacerdote ha hecho presente su testimonio.

En su video, el padre Enkh afirma que la Iglesia Católica estuvo desaparecida durante 700 años en Mongolia. Después de la caída del comunismo en 1992, tres misioneros entraron para evangelizar el país, y gracias a ellos, hoy hay 70 misioneros de origen mongol en 24 naciones diferentes. El padre Enkh cree que la gente que se acerca hoy a la Iglesia en Mongolia lo hace gracias al sacrificio de estos misioneros. «Yo soy uno de los frutos de la palabra de esos misioneros», dice el padre Enkh. El sacerdote pide en el video que recemos, especialmente por «la misión en Mongolia», porque como expresa él, es «una Iglesia pequeña que está en pañales, tratando de crecer y repartir el amor de Dios y las enseñanzas de Jesús a los demás». Una misión que «no es fácil» y para la que necesitan, como el mismo sacerdote pide, nuestra «oración y apoyo».

Ver el testimonio del padre Enkh.

Asimismo, Esperanza ofreció su experiencia como misionera en Mongolia, donde se encuentra desde hace 5 años. La religiosa, que echa en falta el calor colombiano en medio de la estepa mongola, aprende a ser misionera de la «resistencia» y la «acogida» del pueblo mongol: «La casa mongola no tiene cerraduras para que el nómada que va caminando encuentre siempre abierta la puerta para reponer fuerzas y reemprender el camino». En un territorio que es 3 veces más grande que España y donde hay poco más de 3 millones de habitantes, Esperanza siente que es necesaria «la ayuda de toda la Iglesia para que la fe siga creciendo en Mongolia». En este enorme país, esta misionera de origen colombiano sigue «a Jesús resucitado que se quiere encontrar con todos y, sobre todo con cada uno de los habitantes de este país».

Beatriz García Comyn, religiosa juniora de los Sagrados Corazones, que había sido invitada por CONFER para ofrecer su testimonio, comenzó a plantearse su vocación desde sus estudios de Psicología. «La Psicología me ayuda a ser más yo, pero me di cuenta que el mejor yo brota de mí cuando miro desde Dios». En el encuentro con niños de familias desestructuradas, esta joven de 28 años de edad, sintió que no podía pasar indiferente. Hoy después de 9 años como religiosa, ratifica su deseo de «ir contracorriente, como iba Jesús».

Finalmente, la CEE pidió a Francisco Javier Peño Iglesias, seminarista del Seminario conciliar de Madrid, que compartiera también su vocación. Debido a una situación familiar y personal dolorosa, a los 19 años, Francisco Javier plantó cara a Dios y le dijo enfadado: «Ahí te quedas, como eres Dios ya volverás a mí». Después de trabajar en el equipo técnico del Rayo Vallecano y como periodista de información deportiva, cuando aparentemente «todo iba bien», efectivamente, «Dios volvió» a por él. Hoy, vive su vocación, «como una historia de amor que le hace feliz».

Con la Jornada vocacional del 7 de mayo la Iglesia quiere llamar la atención sobre la importancia de apoyar a los jóvenes que siguen sintiendo la llamada del Señor a entregarle su vida y servir a los demás. La oración por los seminaristas, novicias y novicios, es la principal ayuda que necesitan. Pero en los territorios de misión, donde las circunstancias políticas, sociales, culturales y económicas suelen ser adversas para que estas vocaciones prosperen, es indispensable también nuestra colaboración económica. Por eso las colectas dominicales del 7 de mayo se destinarán a las vocaciones nativas. Durante 2016, gracias a la solidaridad de toda la Iglesia, la Obra de San Pedro Apóstol destinó casi 21 millones de euros para ayudar a las vocaciones nativas. Más de 1,7 millones fue aportado por España.

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Domingo 7 de mayo: Jornada de Oración por las Vocaciones y de Vocaciones Nativas, pinche [AQUÍ]

Infografía: «Todo sobre Vocaciones Nativas»
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Vídeo de la Jornada de Oración por las Vocaciones 2017

Obras Misionales Pontificias