Fátima: No queda nada por revelar - Alfa y Omega

Fátima: No queda nada por revelar

Redacción
Foto: mediaserver2.rr.pt

Sobre los secretos de Fátima, Carlos Moreira Azevedo, delegado del Pontificio Consejo de la Cultura, está seguro: no queda nada por revelar. Aunque no niega que existan controversias al respecto. «Según mi punto de vista, las discusiones sobre Fátima son inútiles porque no tienen base histórica. Esta polémica sobre un supuesto cuarto secreto es pura imaginación, no existe ninguna base para hablar de esto. Las dudas se pueden presentar, pero no tienen fundamento real», aclaró.

Morerira reconoce que los católicos no tienen obligación de creer en lo que pasó, porque se trata de revelaciones privadas, pero aseguró que la canonización de los pastorcitos asigna a su experiencia un sello de autenticidad aún mayor. «Curiosamente, después de que Juan Pablo II abriera el tercer secreto, la Curia del Vaticano era contraria a publicarlo, pero fue el Papa el que en el año 2000 quiso darlo a conocer, aunque el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, era contrario. Él obedeció, como siempre, e hizo el comentario teológico más importante sobre Fátima», añadió.

Las informaciones inéditas descubiertas por Carlos Moreira Azevedo fueron plasmadas en el libro Fátima – das Visões dos Pastorinhos à Visão Cristã (Fátima, de las visiones de los pastorcitos a la visión cristiana) de reciente edición en Portugal.

Sobre la peregrinación del Papa Francisco al santuario, Moreira recordó que cuando tuvieron lugar las visiones se vivía un ambiente de guerra que influyó también en la respuesta de los fieles.

«El mensaje de la Virgen fue claro: si ustedes no cambian de vida, ocurrirá una guerra peor. Y ocurrió. El Papa en Fátima podrá decir: si ustedes no cambian de criterios políticos, económicos, el mundo sufrirá, el mal encontrará en ustedes una responsabilidad… Esto será repetir el mensaje», precisó.

Y añadió: «Francisco quiere ir solo a Fátima y algunos están descontentos por eso, pero él va ahí porque cargará sobre sí los problemas de la humanidad y los confiará a un santuario que tiene un sentido histórico y profético. Así nos dirá: Dios no está ausente de los problemas de la gente, Dios sufre porque la gente sufre, y en la Virgen podrán encontrar esperanza».