El Papa explica las razones de su escepticismo sobre Medjugore - Alfa y Omega

El Papa explica las razones de su escepticismo sobre Medjugore

«Prefiero a la Virgen Madre que a la Virgen que se vuelve encargada de una oficina de telégrafos», dice Francisco a su regreso de Fátima

Ricardo Benjumea

Las comparaciones entre Fátima y Medjugore salieron a relucir durante la rueda de prensa a bordo del avión de regreso de Fátima, junto a otros temas como el próximo encuentro del Papa con Trump o las dificultades internas en la Comisión para la Tutela de Menores.

El Papa no ocultó su escepticismo sobre las supuestas apariciones que siguen produciéndose en Medjugore, si bien reconoció que en este santuario hay «gente que se convierte».

Sus dudas se vieron confirmadas por el informe del cardenal Ruini sobre las apariciones, según desveló Francisco, quien, sin embargo, reconoció que el documento cuenta con detractores en la Congregación para la Doctrina de la Fe. «Al final se dirá algo», anunció Francisco, según la transcripción de la entrevista realizada por Vatican Insider.

Una piedad mariana depurada

Durante su intensa peregrinación al santuario portugués, el Papa ha presentado estos días una piedad mariana depurada de cualquier elemento supersticioso, esotérico o incluso de devoción puramente intimista, mostrando a María como «madre» y mediadora que acentúa que el amor y la ternura están en el centro de nuestra relación con Dios, no «el miedo y el temor». De este modo, la Virgen nos impulsa a salir al encuentro de los demás, especialmente los pobres y los que sufren.

En la noche del viernes, Francisco clamó contra las deformaciones que presentan a la Madre de Dios como «una “santita” a la que se acude para conseguir gracias baratas» o, peor aún, la imaginan «deteniendo el brazo justiciero» de «Cristo, considerado juez implacable». Lejos de eso —añadió—, «cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y el cariño».

Apoyo a la comisión Ruini

«Todas las apariciones o las presuntas apariciones pertenecen a la esfera privada, no son parte del magisterio público ordinario», aclaró de entrada Francisco a la pregunta sobre Medjugore durante su regreso a Roma.

Una comisión instituida por Benedicto XVI, presidida por el cardenal Ruini y formada por varios cardenales y obispos, entregó en 2014 los resultados a la Congregación para la Doctrina de la Fe para su posterior estudio. «Yo recibí el resultado», confirmó el Papa. «La relación de la comisión es muy, muy buena», enfatizó. Pero las conclusiones no convencieron a todo el mundo en la Congregación para la Doctrina de la Fe.

De la narración del Pontífice se deduce que hubo momentos de tensión. El dicasterio decidió incluir en la documentación enviada a la sección de la congregación encargada de este tema —la llamada Feria IV— «los pareceres contrarios a la relación Ruini», contó el Papa. «No me pareció correcto», dice Francisco sobre esta forma de proceder. «Era como “subastar” la relación Ruini, que está muy bien hecha». Y entonces escribió una carta al prefecto, el cardenal Müller, pidiéndole que esas opiniones contrarias se las enviaran a él en lugar de a la sección Feria IV, encargada también del estudio de las acusaciones de abusos sexuales en la Iglesia.

Distinción entre las primeras apariciones y las actuales

Sobre el informe del cardenal Ruini en cuestión, el Papa dijo que distingue entre «las primeras apariciones, cuando los videntes eran chicos», sobre las que considera que «hay que seguir investigando», mientras que, por el contrario, «sobre las presuntas apariciones actuales, la relación presenta sus dudas».

«Yo, personalmente —añadió Francisco—, soy más malo, prefiero a la Virgen Madre que a la Virgen que se vuelve encargada de una oficina de telégrafos y envía un mensaje cada día. Y estas presuntas apariciones no tienen tanto valor: esto lo sigo como opinión personal. Hay quienes piensan que la Virgen dice: “Vengan, ese día tal, a tal hora, le voy a dar un mensaje a ese vidente”».

Cuestión aparte, sin embargo, es para el Papa «el hecho espiritual y pastoral» en el santuario de Medjugore, donde efectivamente hay «gente que se convierte, que encuentra a Dios, que cambia de vida. Y esto, no gracias a una varita mágica. Este hecho no se puede negar».

Encuentro con Donald Trump

Otra de las preguntas al Papa se refirió a su próximo encuentro con Donald Trump, previsto para el 24 de mayo, aludiendo concretamente a las alusiones del Papa a derribar muros, mientras que el presidente estadounidense hace bandera precisamente del reforzamiento de un muro con México.

«Nunca me hago un juicio sobre una persona sin escucharla, creo que no lo debo hacer», respondió Francisco. «De nuestro coloquio saldrán las cosas, él dirá lo que piensa y yo diré lo que pienso. Sobre los migrantes ustedes saben muy bien qué pienso yo. Siempre hay puertas que no están del todo cerradas, hay que buscar las puertas que, por lo menos, estén un poco abiertas, hay que entrar y hablar sobre lo que existe en común y seguir adelante paso a paso. La paz es artesanal, se hace cada día. También la amistad entre las personas, el conocimiento mutuo, la estima recíproca es artesanal, se hace cotidianamente. Respeto por el otro, decir lo que se piensa sinceramente».

Diálogo con los lefebvrianos

Preguntado por los avances en las relaciones con los lefebvrianos, el Papa contó que hay en estudio un nuevo documento en la Congregación para la Fe que aún no le ha llegado. Y si bien descartó «cualquier forma de triunfalismo», aseguró que «las relaciones actuales son fraternas. El año pasado di la dispensa para la confesión a todos sus sacerdotes y una forma de jurisdicción para los matrimonios» y con el superior de la Fraternidad, monseñor Fellay, dijo tener «una buena relación». «A mí no me gusta apresurar las cosas, sino caminar y caminar, luego se verá», concluyó. «Para mí no es un problema de vencedores o vencidos, sino de hermanos que dan pasos adelante».

Abusos sexuales

Sobre la renuncia de Marie Collins, que hace unas semanas abandonó la Comisión para la Tutela de los Menores, encargada de la lucha contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia, Francisco contó que se reunió posteriormente con ella. «Me explicó bien la cosa», dijo. Es «una buena mujer. Seguirá trabajando en la formación con sacerdotes sobre este punto».

De las acusaciones de la mujer sobre la lentitud de los trabajos, el Papa reconoció que «tiene un poco de razón, porque hay muchos casos retrasados». A lo cual él dio esta larga explicación: «Retrasados porque se amontonaban ahí. En este tiempo se tuvo que hacer la legislación, hoy casi en todas las diócesis hay un protocolo que seguir, los informes se hacen bien, es un progreso grande. Hay poca gente, se necesita más personal capaz de seguir esto, el Secretario de Estado y el cardenal Müller están buscando personal. Se cambió el director de la oficina disciplinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que era muy bueno, pero estaba un poco cansado y volvió a su patria para hacer el mismo trabajo. El nuevo es un irlandés, monseñor Kennedy, muy bueno y eficiente, y esto ayudará bastante. Y luego hay un problema: a veces los obispos envían los casos, si el protocolo está bien, pasa inmediatamente a la reunión de la Feria IV, de lo contrario debe volver atrás y por esto se piensa en ayudas continentales, uno o dos por continentes: pre-tribunales o tribunales continentales. Cuando la Feria IV reducía a un sacerdote al estado laico, si él apelaba, el caso era estudiado por la misma Feria IV. Creé otro tribunal y puse a la cabeza a una persona indiscutible, el arzobispo de Malta Scicluna, entre los más fuertes contra los abusos. Si se aprueba la primera sentencia, se acabó el caso, el sacerdote solo tiene la posibilidad de apelar al Papa para pedir la gracia: nunca he firmado una sola gracia. Marie Collins tiene razón, pero nosotros estábamos en la calle, hay dos mil casos amontonados esperando».

Del clericalismo… al aborto

Hubo tiempo también para una pregunta sobre leyes como el matrimonio homosexual, la eutanasia o el aborto también en países católicos como Portugal. «Es un problema político, y de la conciencia católica que a veces no es de pertenencia total a la Iglesia», respondió el Pontífice. «Detrás de esto está la falta de una catequesis bien hecha. Hay zonas, en Italia y en América Latina, por ejemplo, en las que son muy católicos y al mismo tiempo anticlericales y come curas. Me preocupa, pero le digo a los sacerdotes que es el clericalismo lo que aleja a la gente. El clericalismo es una peste en la Iglesia».

Texto íntegro de la rueda de prensa del Papa

Greg Burke: Gracias Santidad. Han sido 24 horas muy intensas. 24 horas dedicadas a la Virgen. Los portugueses se han emocionado cuando usted ha dicho: «Tenemos una Madre». Usted lo siente de un modo especial. Hace 100 años, la Virgen no se apareció a tres periodistas, se apareció a tres pastorcillos. Pero hemos visto cómo ellos, con su sencillez y santidad, consiguieron llevar ese mensaje a todo el mundo. También los periodistas transmiten un mensaje, y se ve por el número de países del que provienen: sienten mucha curiosidad sobre este viaje suyo. ¿Quiere usted decir algo antes…?

Papa Francisco: Antes de nada, buenas tardes. Gracias. Yo quisiera responder al mayor número posible de preguntas, así que hagámoslo un poco rápido. Lo siento cuando estamos a mitad y me dicen que es el momento del snack…; pero hagamos las dos cosas a la vez. Gracias.

Greg Burke: Bien. Comenzamos con el grupo portugués, con Fátima Campos Ferreira, de la Radio televisión portuguesa.

Fátima Campos Ferreira: Es que no sé qué me parece quedarme sentada frente al Santo Padre. Bueno, primero muchas gracias por su viaje. Santo Padre, ha venido a Fátima como peregrino para canonizar a Francisco y a Jacinta en el año en que se cumplen los cien años de las apariciones. De este momento histórico, ¿qué queda ahora para la Iglesia y para el mundo entero? Después, Fátima tiene un mensaje de paz, y el Santo Padre va a recibir en el Vaticano en los próximos días —el 24 de mayo— al Presidente norteamericano Donald Trump. ¿Qué puede esperar el mundo de este encuentro, y qué espera el Santo Padre de este encuentro? Muchas gracias.

Papa Francisco: Que Fátima tiene un mensaje de paz, ciertamente. Y llevado a la humanidad por tres grandes comunicadores que tenían menos de 13 años. Lo cual es interesante. Que vine como peregrino, sí. Que la canonización fue una cosa que al principio no estaba planeada, porque el proceso del milagro estaba en marcha, pero de golpe las pericias dieron todas positivas y se aceleró…, así que se juntaron las cosas. Para mí fue una felicidad muy grande. ¿Qué puede esperar el mundo? Paz. ¿Y de qué voy a hablar yo de aquí en adelante con quien sea? De la paz.

Fátima Ferreira: ¿Y qué queda ahora de ese momento histórico para la Iglesia y para el mundo?

Papa Francisco: Mensaje de paz. Y quisiera decir una cosa que me tocó el corazón. Antes de embarcarme, recibí a unos científicos de varias religiones que estaban haciendo estudios en el Observatorio Vaticano de Castel Gandolfo. Incluso agnósticos y ateos. Y un ateo me dijo: «Yo soy ateo»; no me dijo de qué etnia era ni de qué lugar venía. Hablaba en inglés, así que no supe y no le pregunté. «Le pido un favor: dígale a los cristianos que amen más a los musulmanes». Eso es un mensaje de paz.

Fátima Ferreira: ¿Eso es lo que va a decir a Trump?

Papa Francesco: [sonríe]

Greg Burke: Y ahora Miguel Aura.

Miguel Aura: ¿Puedo hacer la pregunta en portugués, o italiano?

Papa Francisco: Italiano mejor.

Miguel Aura: Entonces, Santidad, en Fátima usted se ha presentado como «el Obispo vestido de blanco». Hasta ahora, esta expresión se aplicaba más bien a la visión de la tercera parte del secreto, a san Juan Pablo II y a los mártires del siglo XX. ¿Qué significa ahora su identificación con esta expresión?

Papa Francisco: Sí, en la oración. Esta no la hice yo, la hizo el Santuario. Pero también yo me pregunté ¿por qué han dicho eso? Y hay una conexión, con el blanco: el Obispo vestido de blanco, la Virgen vestida de blanco, la blancura de la inocencia de los niños después del bautismo… Hay una conexión, en esa oración, con el color blanco. Creo —porque no la hice yo— creo que con el blanco buscaron expresar literariamente ese deseo de inocencia, de paz: inocencia, no hacer daño a nadie, no hacer guerra…

Miguel Aura: ¿Es una revisión de la interpretación del mensaje?

Papa Francisco: No. Aquella visión…, creo que el entonces cardenal Ratzinger, en aquel tiempo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo explicó todo con claridad. Gracias.

Greg Burke: La siguiente pregunta es de Claudio Lavagna, de NBC, aquí a la derecha.

Claudio Lavagna: Santo Padre, hola. Ayer usted pidió a los fieles que derribaran todos los muros. Y sin embargo, el 24 de mayo usted recibirá a un Jefe de Estado que amenaza con construir muros: es un poco contrario a su palabra, pero él tiene también —parece— opiniones y decisiones distintas de las suyas sobre otros temas, por ejemplo sobre la necesidad de actuar en relación al calentamiento global o sobre la acogida de los emigrantes. Así, en la víspera de este encuentro, ¿qué opinión se ha hecho usted de las políticas que ha adoptado hasta ahora el Presidente Trump sobre estos temas, y qué es lo que espera de un encuentro con un Jefe de Estado que parece que piensa y actúa lo contrario de usted?

Papa Francisco: Pero, la primera pregunta es… —pero puedo responder a las dos— yo no juzgo nunca a una persona sin haberla escuchado. Creo que no debo hacerlo. Cuando hablaremos entre nosotros saldrán las cosas: yo diré lo que pienso, él dirá lo que piensa. Pero yo nunca, nunca he querido juzgar sin escuchar a la persona. Y la segunda es ¿qué pienso…?

Claudio Lavagna: ¿…qué piensa en concreto sobre esos temas como la acogida a los emigrantes…?

Papa Francisco: Esto lo sabéis ya.

Claudio Lavagna: La segunda en cambio es: ¿Qué espera de un encuentro con un Jefe de Estado que piensa lo contrario de usted?

Papa Francisco: Siempre hay puertas que no están cerradas. Hay que buscar las puertas que al menos están un poco abiertas, para entrar y hablar sobre ideas comunes y caminar adelante. Paso a paso. La paz es artesanal: se hace cada día. También la amistad entre las personas, el conocimiento mutuo, la estima es artesanal: se hace todos los días. El respeto al otro, decir lo que se piensa, pero con respeto, caminar juntos… Alguno piensa de una manera distinta: decir eso, ser muy sinceros en lo que se piensa.

Claudio Lavagna: ¿Espera usted que suavice sus decisiones después…?

Papa Francisco: Este es un cálculo político que no me atrevo a hacer. Incluso en el plano religioso yo no soy proselitista. Gracias.

Greg Burke: Gracias, Santidad. Ahora toca a Elisabetta Piqué.

Elisabetta Piqué, La NaciónAntes de nada, gracias por este viaje breve y muy intenso. Quisiéramos preguntarle: hoy es el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima, pero es también un aniversario importante de un hecho de su vida, acaecido hace 25 años, cuando el nuncio Calabresi le dijo que sería nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires: lo que significó el final de su exilio en Córdoba y un gran cambio en su vida. La pregunta es: ¿Ha puesto en relación alguna vez este hecho que cambió su vida con la Virgen de Fátima? Y si en estos días que ha rezado delante de Ella ha pensado en esto y qué es lo que nos puede contar. Gracias.

Papa Francisco: Las mujeres lo saben todo [ríe]. No he pensado en la coincidencia; sólo ayer, mientras rezaba delante de la Virgen, me di cuenta de que un 13 de mayo recibí la llamada telefónica del nuncio, hace 25 años. Sí. No sé… dije: «Fíjate». Y hablé con la Virgen un poco de eso, le pedí perdón por todos mis errores, también un poco por el mal gusto a la hora de elegir a las personas… [ríe]. Pero ayer me acordé.

Greg Burke: Nicholas Senèze, de La Croix.

Nicholas Senèze: Gracias, Santo Padre. Volvemos de Fátima a la que tanta devoción le tiene la Fraternidad San Pío X. Se habla mucho de un acuerdo que daría un estatuto oficial en la Iglesia a la Fraternidad. Incluso algunos han imaginado que este anuncio se podría haber dado hoy. Usted, Santidad, ¿piensa que este acuerdo será posible en breve? ¿Y cuáles son todavía los obstáculos que hay? ¿Y cuál es para usted el sentido de esta reconciliación? ¿Será el regreso triunfal de fieles que mostrarán lo que significa ser verdaderamente católico, u otra cosa?

Papa Francisco: Yo descartaría cualquier forma de triunfalismo, ¿no? Hace algunos días, la «feria cuarta» de la Congregación para la Doctrina de la Fe, su sesión —la llaman «feria cuarta» porque se hace el miércoles— ha estudiado un documento, y el documento no me ha llegado todavía, el estudio del documento. Esta es la primera cosa. Segundo: las relaciones actuales son fraternales. El año pasado di a todos ellos la licencia para la confesión, también una forma de jurisdicción para los matrimonios. Pero ya antes también, los problemas, los casos que tenían —por ejemplo— que debían resolverse en la Congregación para la Doctrina de la Fe, los llevaba la misma Congregación. Por ejemplo, abusos: los casos de abusos, ellos los traían a nosotros; también para la Penitenciaría Apostólica; también para la reducción al estado laical de un sacerdote lo traían a nosotros… Tenemos relaciones fraternales. Con monseñor Fellay tengo una buena relación, he hablado muchas veces… A mí no me gusta acelerar las cosas. Caminar, caminar, caminar, y después se verá. Para mí no es una cuestión de vencedores o derrotados, no. Es una cuestión hermanos que deben caminar juntos, buscando la fórmula para dar pasos hacia adelante.

Greg Burke: Gracias, Santidad. Ahora Tassilo Forchheimer, de ARD

Tassilo Forchheimer: Santo Padre, con ocasión del aniversario de la Reforma, ¿pueden los cristianos evangélicos y católicos recorrer otra parte del camino juntos? ¿Hay posibilidad de que se participe en la misma Mesa Eucarística? Hace algunos meses, el cardenal Kasper dijo que era posible que se diese un paso adelante ya en este año…

Papa Francisco: Se han dado grandes pasos adelante. Pensemos en la primera declaración sobre la justificación: desde aquel momento no se ha parado, el camino. El viaje a Suecia fue muy significativo, porque era precisamente el comienzo [de las celebraciones], y también una conmemoración con Suecia. También allí, significativo para el ecumenismo del camino, es decir, del caminar juntos con la oración, con el martirio y con las obras de caridad, con las obras de misericordia. Y allí Cáritas luterana y Cáritas católica han hecho un acuerdo para trabajar juntas: este es un gran paso. Pero se esperan pasos siempre. Usted sabe que Dios es el Dios de las sorpresas. Nunca debemos pararnos, ir siempre adelante. Rezar juntos, dar testimonio juntos, hacer obras de misericordia juntos, que es anunciar la caridad de Jesucristo, anunciar que Jesucristo es el Señor, el único Salvador, y que la gracia sólo viene de él… Y en este camino los teólogos continuarán estudiando, pero hay que recorrer el camino. Con el corazón abierto a las sorpresas…

Greg Burke: Gracias, Santidad. Ahora toca el turno a Mimmo Muolo, de Avvenire

Mimmo Muolo: Buenas tardes, Santidad. Le hago una pregunta en nombre del grupo italiano. Ayer y hoy en Fátima hemos visto un gran testimonio de fe popular, junto a usted; la misma que se ve también, por ejemplo, en otros Santuarios marianos como Medjugorje. ¿Qué piensa de esas apariciones —si han sido apariciones— y del fervor religioso que han suscitado, visto que ha decidido nombrar a un Obispo delegado para los aspectos religiosos? Y, si me permite una segunda pregunta, que sé que le interesa mucho a usted, además de a nosotros italianos: quisiera saber, ¿qué es lo que piensa de las ONG que han sido acusadas de tratar con los traficantes de hombres? Gracias.

Papa Francisco: Comienzo por la segunda. He leído en el periódico que ojeo por la mañana que existía este problema, pero todavía no conozco los detalles de cómo ha sido. Y por eso no puedo opinar. Sé que hay un problema y que las investigaciones van adelante. Espero que continúen y que salga a la luz toda la verdad. ¿La primera? Medjugorje. Todas las apariciones o las presuntas apariciones pertenecen o son de la esfera privada, no son parte del Magisterio público ordinario de la Iglesia. Medjugorje: se formó una comisión presidida por el cardenal Ruini. La hizo Benedicto XVI.

Yo, al final de 2013 o al comienzo de 2014, recibí del cardenal Ruini el resultado. Una comisión de buenos teólogos, obispos, cardenales. Buenos, buenos, buenos. La relación-Ruini es muy, muy buena. Después, había algunas dudas en la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Congregación juzgó oportuno enviar a cada uno de los miembros del congreso, de esta «feria cuarta», toda la documentación, también las cosas que parecían contrarias a la relación-Ruini. Yo recibí la notificación: recuerdo que era sábado por la tarde, ya noche. No me pareció justo: era como sacar a subasta —perdonarme la palabra— la relación-Ruini, que estaba muy bien hecha. Y el domingo por la mañana el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió una carta mía, en la que le pedía que en vez de enviar a la «feria cuarta» enviaran a mí, personalmente, las opiniones. Estas opiniones han sido estudiadas, y todas subrayaban la densidad de la relación-Ruini. Sí, principalmente hay que distinguir tres cosas. Sobre las primeras apariciones, cuando [los «videntes»] eran jóvenes, la relación más o menos dice que se ha de continuar investigando.

Acerca de las presuntas apariciones actuales, la relación tiene sus dudas. Yo personalmente soy más «malo»: yo prefiero la Virgen madre, nuestra madre, y no la Virgen jefa de la oficina telegráfica, que todos los días envía un mensaje a tal hora… esta no es la madre de Jesús. Y estas presuntas apariciones no tienen tanto valor. Y esto lo digo como opinión personal. Pero quien piensa que la Virgen diga: «Venid que mañana a tal hora diré un mensaje a aquel vidente»; no. [En la relación-Ruini se] distinguen las dos apariciones. Y tercero, el núcleo verdadero y propio de la relación-Ruini: el hecho espiritual, el hecho pastoral, gente que va allí y se convierte, gente que encuentra a Dios, que cambia de vida… Para esto no hay una barita mágica, y este hecho espiritual-pastoral no se puede negar. Ahora, para ver las cosas con todos estos datos, con las respuestas que me han enviado los teólogos, se ha nombrado a este obispo —capaz, muy capaz, porque tiene experiencia— para ver cómo va la parte pastoral. Y al final, se dirá algo.

Mimmo Muolo: Santidad, gracias también por la bendición a mis conciudadanos que se lo agradecen: la han visto y están muy contentos.

Papa Francisco: Gracias.

Greg Burke: Santidad, ahora si yo puedo hacer de malo, han intervenido ya todos los grupos lingüísticos y son las seis…

Papa Francisco: Ah, tenemos tiempo todavía…

Greg Burke: Hay una pregunta…

Papa Francisco: Una o dos…

Greg Burke: Joshua McElwee, del National Catholic Reporter.

Joshua McElwee: Gracias, Santo Padre. Mi pregunta: el último miembro de la Comisión para la Protección de los Menores, que fue abusada por un sacerdote, dimitió en marzo. La señora Marie Collins dijo que tenía que dimitir porque los oficiales en el Vaticano no ponían en práctica los consejos de la comisión que usted, Santo Padre, aprobó. Tengo dos preguntas. ¿De quién es la responsabilidad? ¿Y qué es lo que está haciendo usted, Santo Padre, para asegurarse que los sacerdotes y obispos en el Vaticano pongan en práctica sus recomendaciones aconsejadas por su Comisión?

Papa Francisco: Cierto. Marie Collins me explicó todo bien. Yo hablé con ella: es una buena mujer. Ella sigue trabajando en la formación sobre este tema con los sacerdotes. Es una buena mujer, que quiere trabajar. Hizo una acusación, y algo de razón tiene. ¿Por qué? Porque hay muchos casos atrasados, porque se amontonan… Además, en este momento se ha tenido que hacer la legislación sobre esto: ¿Qué tienen que hacer los obispos diocesanos? Hoy, en casi todas las diócesis hay un protocolo para seguir en estos casos: es un gran progreso. Así los informes se hacen bien. Esto es un paso. Otro paso: hay poca gente, hay necesidad de más gente capaz para esto, y el Secretario de Estado está buscando, y también el cardenal Müller, presentar nuevas personas. El otro día se han asumido dos o tres más. Se ha cambiado al director de la oficina disciplinar, que era bueno, buenísimo, pero estaba un poco cansado: ha regresado a su patria para realizar el mismo trabajo con su episcopado. Y el nuevo —es un irlandés, monseñor Kennedy— es una persona muy buena, muy eficiente, veloz, y esto ayuda mucho. Además hay otra cosa. A veces, los obispos envían; si el Protocolo está bien, va rápidamente a la «feria cuarta», y la «feria cuarta» la estudia y decide. Si el protocolo no está bien, debe volver atrás y hay que rehacerlo. Por eso se piensa en ayudas continentales, o dos por continente: por ejemplo, en América Latina, una en Colombia, otra en Brasil… Serían como pre-tribunales o tribunales continentales. Pero esto está en estudio. Y después, está bien: lo estudia la «feria cuarta» y se quita el estado clerical al sacerdote, que vuelve a la diócesis y hace recurso. Antes, el recurso lo examinaba la misma «feria cuarta» que había hecho la sentencia, pero esto es injusto. Y he creado otro tribunal y he puesto a la cabeza una persona indiscutible: el Arzobispo de Malta, monseñor Scicluna, que es uno de los más fuertes contra los abusos. Y en este segundo tribunal —porque tenemos que ser justos— el que plantea un recurso tiene derecho a un defensor. Si se confirma la primera sentencia, el caso ha terminado. Sólo queda [la facultad de escribir] una carta, solicitando la gracia al Papa. Yo nunca he firmado una gracia. Así como están las cosas, estamos yendo adelante. Marie Collins en aquel punto tenía razón; pero nosotros, también, estábamos en ese camino. Pero hay dos mil casos amontonados. Gracias.

Greg Burke: Santidad, pero ahora nos tenemos que ir…

Papa Francisco: ¿Pero quien era el que esperaba?

Greg Burke: Una portuguesa…

Papa Francisco: Eh, pobrecilla…

Greg Burke: Está bien…

Joana Haderer, Agencia portuguesa Lusa: Gracias, Santo Padre. Le voy a hablar en español porque es más fácil para mí. Le voy a hacer una pregunta sobre el caso de Portugal, pero creo que se aplica a muchas sociedades occidentales nuestras. En Portugal, casi todos los portugueses se identifican como católicos, casi todos, casi el 90 %; pero la forma en que la sociedad se organiza, las decisiones que tomamos… muchas veces son contrarias a las orientaciones de la Iglesia. Me refiero al matrimonio de los homosexuales, a la despenalización del aborto. Ahora mismo vamos a empezar a discutir la eutanasia. ¿Cómo ve esto?

Papa Francisco: Yo creo que es un problema político. Y que también la conciencia católica no es una conciencia a veces de pertenencia total a la Iglesia, y que detrás de eso no hay una catequesis matizada, una catequesis humana… O sea, el catecismo de la Iglesia católica es un ejemplo de lo que es una cosa seria y matizada. Creo que es falta de formación y también de cultura. Porque es curioso: en algunas otras regiones —pienso en Italia, alguna por América Latina—, que… son muy católicos, pero son anticlericales… «i mangiapreti» [los come curas] que (ríe). Es un fenómeno que se da. A veces, e…

Joana Haderer: ¿Y le preocupa?

Papa Francisco: Claro que me preocupa. Por eso digo a los sacerdotes —lo habrán leído—: «Huyan del clericalismo». Porque el clericalismo aleja a la gente. «Huyan del clericalismo», y añado: es una peste en la Iglesia. Pero acá es trabajo también de catequesis, de concienciación, de diálogo, incluso de valores humanos. Gracias.

Les agradezco muchísimo el trabajo y la agudeza de las preguntas. Gracias.

Greg Burke: Gracias a usted, Santidad.

Papa Francisco: Y recen por mí, no se olviden.