Las manos fuera de la cruz - Alfa y Omega

Las manos fuera de la cruz

La Iglesia ortodoxa rusa no puede permanecer de brazos cruzados cuando en Europa la religión cristiana es pisoteada: así se ha expresado el higúmeno Philip (Ryabykh), representante del Patriarcado de Moscú en el Consejo de Europa

L'Osservatore Romano
Icono de la Virgen de Tikhvin en la catedral del Kazansky, San Petersburgo

En declaraciones a La Voix de la Russie, el representante del patriarcado se refiere a las dos ciudadanas británicas despedidas por haberse negado a quitarse la cruz cristiana que llevaban en el lugar de trabajo. El caso de la empleada en el check-in de la British Airways en el aeropuerto de Heathrow, Nadia Eweida, y el de la enfermera Shirley Chaplin pronto serán examinados por el Tribunal europeo de derechos del hombre y los representantes ortodoxos, junto a juristas rusos, ya han garantizado pleno apoyo.

La situación, según Philip, no tiene precedentes. Las dos profesionales solicitaron al Tribunal el reconocimiento de que la libertad de religión se ha violado y que han sido discriminadas precisamente en relación con su pertenencia religiosa. El legislador británico -se lee en La Voix de la Russie-, en cambio, no ha esperado a que el caso se llevara ante los jueces de Estrasburgo y ha propuesto una norma que permite al empleador despedir a los trabajadores que rechacen esconder su pertenencia a la religión cristiana. «La sentencia del Tribunal europeo de derechos del hombre -dice el higúmeno Philip- se aplicará a todos los países que forman parte del Consejo de Europa, entre ellos Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, o sea, a todos los fieles de la Iglesia ortodoxa rusa».

La tradición ortodoxa exige llevar la cruz y, advierte el representante del Patriarcado de Moscú (el argumento del Gobierno británico para no defender el derecho de estas dos mujeres fue que, para ellas, llevar la cruz no era un precepto). «Si los jueces de Estrasburgo rechazaran la petición de estas dos cristianas y dieran razón a los empleadores que les impidieron llevarla, este caso podría tener consecuencias negativas para los ortodoxos residentes en los países europeos. Para nosotros ello sería absolutamente inaceptable, pues los fieles tienen la obligación de llevar los símbolos cristianos en toda circunstancia».