«La alegría es una hermosa realidad en muchos consagrados y un gran desafío para todos» - Alfa y Omega

«La alegría es una hermosa realidad en muchos consagrados y un gran desafío para todos»

Francisco instó a las religiosas a no ser profetas de «desventura» y a evitar la mundanidad

Redacción
Foto: AFP Photo

El Papa ha instado a las Pías Discípulas del Divino Maestro, a las que ha recibido en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, a no ser profetas de «desventura» y evitar ser víctimas de la mundanidad.

Las religiosas participan en el noveno Capítulo General de las Pías Discípulas del Divino Maestro, que se está celebrando en Roma del 10 de abril al 28 de mayo y en el que fue elegida la nueva superiora general: sor M. Micaela Monetti, quien ejercerá su cargo durante el período 2017-2023.

«No se unan a los profetas de desventura, que hacen tanto daño a la Iglesia y a la vida consagrada. No cedan a la tentación del adormecimiento —como los apóstoles en Getsemaní— y de la desesperación», ha instado.

También ha alertado de las voces que llaman al pesimismo y la desventura que, a su juicio, «hacen mucho daño a la Iglesia». «Y cuando el diablo dirá: Somos pocas, no hay vocaciones. Así la cara se pone larga, larga, larga… y se pierde la alegría, y acabamos estando resignados. No, no se puede vivir así: la esperanza de Jesucristo es alegría», ha dicho.

En este sentido, ha destacado que la alegría es una hermosa realidad en la vida de muchos consagrados, pero también un gran desafío para todos, «una alegría que les llevará a salir a las periferias participando en la alegría de la Iglesia que es la evangelización», ha especificado.

El Papa ha señalado que el Capítulo es tiempo de escucha del Señor, que requiere «apertura de la mente y del corazón», sobre todo, en este tiempo de «grandes desafíos». Para el Pontífice, los consagrados deben aportar al mundo «fidelidad creativa y búsqueda apasionada» porque «la escucha y el compartir son más necesarios que nunca».

De este modo, les ha pedido que mantengan «un clima de discernimiento, para reconocer lo que pertenece al Espíritu y lo que es contrario a él». En este sentido, ha advertido de la cultura actual que presenta todas las opciones «como válidas y todas como buenas». Así, ha alertado de «la cultura del zapping y, a veces, de una cultura de muerte» para la que se necesita «incrementar el hábito del discernimiento». «Para ello hay que rezar sin cansarse: «Señor, ¿qué quieres que haga?», «¿Qué quieres que hagamos?»», ha dicho.

Finalmente les ha exhortado a fortalecer la vocación de «centinelas de la mañana» para «despertar al mundo, siempre con la sonrisa, con la alegría y la esperanza».

Europa Press / Redacción