Monseñor Aguirre: «Al borde del río esperaba el diablo en busca de musulmanes» - Alfa y Omega

Monseñor Aguirre: «Al borde del río esperaba el diablo en busca de musulmanes»

Diez terroristas drogados del grupo anti-balaka «dispararon a bocajarro» a una mujer musulmana y a sus cinco hijos. Al conocer la noticia «me fui corriendo al borde del río pero ya habían terminado su crimen», relata el obispo español de Bangassou (República Centroafricana), monseñor Juan José Aguirre. «Les reproché su crimen pero me despreciaron»

José Calderero de Aldecoa
Monseñor Aguirre haciendo de intermediario con los cascos azules para evitar más muertes de musulmanes. Foto: Juan José Aguirre

Hace apenas dos semanas el obispo español de Bangassou (República Centroafricana), monseñor Juan José Aguirre, hacía de escudo humano para evitar el fusilamiento de cerca de 2.000 musulmanes escondidos en una mezquita local y asediados por un grupo de terroristas que se hacen llamar grupos de autodefensa antimusulmanes.

Ahora, el obispo cordobés no ha llegado a tiempo y no ha podido evitar el asesinato de una mujer y sus cinco hijos a los que diez terroristas drogados del grupo anti-balaka «dispararon a bocajarro», ha explicado Aguirre en un mensaje recibido en Alfa y Omega.

El suceso ocurrió este domingo cuando tres sacerdotes y otras tres monjas se disponían a cruzar un río para acceder al Congo y celebrar allí la Santa Misa. Les acompañaban una mujer musulmana y sus cinco hijos, todos ellos de entre 3 y 12 años.

«Al borde del río esperaba el diablo en busca de musulmanes», relata el prelado español. Los terroristas, armados con fusiles y amenazando a todo el mundo, separaron a la mujer y a los niños y les mataron a sangre fría. «Me fui corriendo al borde del río pero ya habían terminado su crimen», continúa Aguirre. «Les reproché su crimen pero me despreciaron».

A media mañana la madre despertó. Los disparos le habían alcanzado en el pulmón pero, «sangrando, pudo llegar hasta alguien que la acompañó a la misión» católica «y de allí al hospital».

A pesar del continuo reguero de muertes, «los cascos azules marroquíes siguen a la defensiva». Al menos en esta ocasión, «han ido a recoger los cuerpos», asegura Juan José.

«La tarde ha sido más tranquila pero de luto porque la matanza de los inocentes, se ha dado hoy en Bangassou. Han muerto justos por pecadores. Otra vez se repite la historia».

El mensaje concluye con una reflexión en la que el obispo comboniano asegura que «el volumen de sufrimiento» que están viviendo «solo se entiende mirando a otra víctima inocente en el calvario».