«Sigo siendo un obispo de periferias» - Alfa y Omega

«Sigo siendo un obispo de periferias»

Redacción

Con un Papa argentino, toda la Iglesia mira a Iberoamérica. ¿Qué podemos aprender de ustedes?

Tenemos valores muy grandes que son aportaciones para el mundo entero. Uno es la familia; otro, la religiosidad popular, que impregna la cultura y es un medio muy eficaz para evangelizar; y, finalmente, la inmensa alegría del cristianismo.

¿Cómo es la Iglesia en México?

Es una Iglesia sencilla y dinámica que se auto cuestiona y vive comprometida. No sólo consuela y acompaña, sino que trata de sacar de los males, bienes.

¿Qué males?

La inseguridad y violencia que vivimos en México en particular, y en América Latina en general, nos hace caer en desconfianza mutua, en una actitud pesimista. Se mata por desprecio a la dignidad de las personas, y los católicos, los sacerdotes, los obispos, no hemos estado a veces a la altura para evangelizar, para que el cristianismo sea más coherente. No nos hemos comprometido a ser reconstructores de paz. Necesitamos no sólo compadecer, sino remar contracorriente y tratar de dar una respuesta favorable y positiva.

¿Qué puede aportar usted a la Iglesia como nuevo cardenal?

Ser cardenal simplemente me permite estar más cerca del Papa, conocer un poco más la labor que realiza la Santa Sede. Pero sigo siendo un obispo de periferias existenciales.

¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta en su periferia?

Hemos superado épocas de graves conflictos entre Iglesia y Gobiernos. También la incomunicación con los cristianos no católicos, en un clima de diálogo y respeto. Ahora, buscamos que los laicos se sientan protagonistas, y que la parroquia sea comunidad de comunidades, donde los grupos apostólicos vivan con sentido de comunión.