Romero, mártir de la reconciliación - Alfa y Omega

Romero, mártir de la reconciliación

Redacción

Mártir de la reconciliación salvadoreña. Así le llamó el domingo su sucesor y actual arzobispo de San Salvador, monseñor Escobar, durante una Misa de agradecimiento por el reconocimiento de su martirio, que deja vía libre a su beatificación. Durante más de 30 años, la figura de monseñor Oscar Arnulfo Romero fue manipulada por incomprensiones e intereses políticos. Esto «originó confusión, mentira y engaño», y retrasó el Proceso de beatificación, ha lamentado quien fuera su secretario personal, monseñor Jesús Delgado. Lo ha reconocido también monseñor Vincenzo Paglia, Presidente del Consejo Pontificio para la Familia y Postulador de su Causa. Benedicto XVI –dijo en rueda de prensa– desbloqueó su Causa, que finalmente llega a buen puerto cuando, «en la cátedra de Pedro, hay, por primera vez en la Historia, un Papa latinoamericano que quiere una Iglesia pobre para los pobres». Es la Iglesia que quería Romero, un obispo que puso en el centro a los pobres, y tuvo el valor de hacerse cargo «de la sangre, del dolor, de la violencia, denunciando las causas en su carismática predicación dominical, seguida a través de la radio por toda la nación». Le mataron por odio a la fe, cuando se disponía a consagrar la Eucaristía. Su beatificación –espera la Iglesia– servirá para sanar las heridas todavía abiertas en El Salvador.