Odas a la belleza interior - Alfa y Omega

Odas a la belleza interior

Maica Rivera

Laura Gallego, Benito Taibo y Javier Ruescas dejan muy atrás el folclore popular más tradicional para dar su versión contemporánea de género de La Bella y la Bestia. Lo hacen cada uno con su propio cuento, solo unidos por las entrañables ilustraciones de Mar Blanco. En El zorro y la Bestia de Gallego, la verdadera protagonista es una Bella encarnada por un hada madrina con mirada de bruja que esconde más secretos de los que pensamos respecto a la maldición con la que ha bestializado cruelmente a su inmaduro ahijado. A modo de detective, Ren, un animalito parlante, simpático y deslenguado, investiga el misterio del conjuro y sus extrañas causas, dejándonos moralejas muy claras tales como «nunca confíes en quien no conserve la madriguera arreglada porque probablemente mantenga su alma en un estado similar» o «las cosas no son siempre lo que parecen, hay humanos que parecen monstruos pero si no viven como un monstruo, no piensan como un monstruo ni se comportan como un monstruo, tal vez no sean un monstruo en realidad».

El punto fuerte de esta primera historia es la multiplicidad de metáforas edificantes que pueden rumiarse casi a cada párrafo. Le sigue Anabella y la Bestia de Taibo, un relato de alta emotividad. Aquí la Bella es una niña hondureña pobre que sufre una dura realidad social, muy bien narrada desde lindes literarias donde la Bestia es un convoy maldito que deja a la vera del camino un pueblo llamado Comala, glorioso guiño espiritual a Pedro Páramo de Juan Rulfo. Se suma una graciosa referencia a Moby Dick por parte de un secundario (quien pide a la protagonista que «le llame Ismael», para súbita hilaridad del conocedor de la primera frase con que arranca la aventura de Herman Melville), otro estímulo insertado para despertar la curiosidad de ese lector joven por excelencia al que debe animarse a saltar a la lectura de los clásicos con este tipo de tentadores cebos –y que, por cierto, se corresponde con un perfil ideal, por sensibilidad, para vislumbrar más de un ángel de la guarda en este hermoso cuento de romance salvífico–. En esa misma línea de abrir al neófito el apetito lector por platos fuertes, Javier Ruescas, autor y coordinador del proyecto, traza una conexión en el último cuento, Al cruzar el jardín, entre la famosa rosa del relato original, cuya poda desata la cólera de la Bestia como detonante del conflicto, y otra rosa no menos aclamada ni menos principesca, la de El principito. La Bestia de Ruescas, joven aislado del exterior en su caserón-fortaleza, se recrea explícitamente en Antoine de Saint-Exupéry («Si alguien ama una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira las estrellas») en el marco de conquista de una intrépida Bella que salta a sus dominios desde ese mundo malvado del que le previno su padre.

Tres originales ficciones para las que sigue sirviendo nostálgicamente aquella banda sonora de Disney de los 90: «No hay mayor verdad, la belleza está en el interior».

Por una rosa
Autor:

Laura Gallego, Benito Taibo y Javier Ruescas

Editorial:

Montena