Un verdadero holding mediático - Alfa y Omega

Un verdadero holding mediático

Redacción
Una imagen de un atentado del Daesh difundido por redes sociales. Foto: ABC

Los responsables del Califato han tenido muy claro siempre que no se la jugaban solo en el campo de batalla, sino también en el terreno de la propaganda. Desde 2014 y hasta el 31 de agosto de 2016, cuando murió sin haber cumplido siquiera aún los 30 años, el sirio Abu Muhammad al Adnani levantó un verdadero holding mediático. A través de cerca de 40 productoras audiovisuales, capaces de generar contenidos adaptados en los mensajes y en la estética a las audiencias de los distintos países destinatarios (Siria, Yemen, el Cáucaso ruso, Filipinas, India…), el número dos del Daesh fue el responsable último de la elaboración de unos 1.300 vídeos de alta calidad, más de uno al día, listos para ser difundidos por medio de las redes sociales.

El gran salto de calidad se produjo con la filmación del asesinato del periodista James Foley, en agosto de 2014, y un mes después, con el largometraje Las llamas de la guerra, una producción de cerca de una hora con escenas de combates grabadas simultáneamente por varias cámaras y posproducidas con los más modernos efectos especiales. Antes de su difusión, el Daesh puso en circulación un atractivo tráiler promocional.

El grupo terrorista distribuyó además un total de 67 series entre 2014 y finales de 2016. La mayoría constaban de dos o tres capítulos de unos cinco minutos de duración cada uno, aunque alguna serie ha llegado hasta las diez entregas.

El Daesh cuenta también con una agencia de información profesionalizada y con varias páginas web y revistas para diversos países. Dispone además de una productora musical (Ajnabá) que pone la banda sonora, habitualmente a ritmo de hip-hop, a los vídeos de mayor carga violenta, como los asesinatos de rehenes.

Curiosamente, de las 813 personas asesinadas ante las cámaras del Daesh, solo un 2 % de las víctimas eran occidentales, a pesar de lo cual la mayoría de los vídeos contiene referencias a conocidos videojuegos occidentales (un 46 %) o a películas de acción y terror de Hollywood (40 %) como Saw, Hostel, El francotirador, Mad Max, Matrix o Misión Imposible. El Daesh trata, en definitiva, de dirigirse a los millennials utilizando su mismo lenguaje.

Todos estos contenidos son repicados y traducidos por grupos de simpatizantes dispersos de todo el mundo, como la agencia Al Wafa, que desde el norte de África elabora versiones de los vídeos oficiales del Daesh con subtítulos en español.