«Hay que explicar mejor conceptos como persona y dignidad» - Alfa y Omega

«Hay que explicar mejor conceptos como persona y dignidad»

El mundo de la bioética toca lo más profundo de la vida, que está llena de zonas grises. «La gente quiere acertar» al tomar decisiones, y hace falta acompañarlos con la propuesta de la Iglesia, subraya el organizador del I Congreso Mundial de Bioética de la Orden de San Juan de Dios

María Martínez López
Un hospital de la orden en Camerún. Foto: Orden Hospitalaria de San Juan de Dios

Al hermano de San Juan de Dios José María Bermejo le agrada mucho «coincidir sobre gestación subrogada con las feministas. Me parece una oportunidad preciosa para dialogar. Nosotros defendemos la libertad, la dignidad y la autonomía de la mujer… Y al niño». También Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, recientemente ratificado como miembro de la Academia Pontificia para la Vida, ve estas confluencias con esperanza.

José María Bermejo, hermano de San Juan de Dios. Foto: Orden Hospitalaria de San Juan de Dios

Falta hace en un ámbito que a veces es «tan polémico, tan visceral, porque afecta en último término a la vida de seres humanos». Si las propuestas de la Iglesia suscitan a algunos suspicacias se debe, explica De Irala, a que no hemos sido capaces de explicarlas bien o lo hemos hecho sin caridad, y también a que «algunas personas reaccionan sin intentar entenderlas o tienen prejuicios y nunca aceptarán que alguien piense diferente».

Con todo, Bermejo cree que «si somos sinceros y humildes se puede llegar a acuerdos que parecían imposibles». El hospitalario ha conocido muchos casos particulares, por ejemplo en los comités de ética asistencial de los hospitales. Y ha constatado que «la gente quiere acertar» al tomar decisiones difíciles en las que hay muchas zonas grises. «Nosotros tenemos que proyectar luz» sobre esas situaciones.

Por otro lado, cada vez hay más gente sin un sustrato cristiano. «Quizá tenemos que esforzarnos más en explicar conceptos como persona, dignidad…», en apariencia abstractos pero que resultan determinantes. Por ejemplo, si alguien cree que el sufrimiento hace que la vida sea indigna, «se entiende que tome decisiones contrarias a la condición humana» como pedir la eutanasia.

El religioso recomienda abordar estas conversaciones con cercanía, «viendo la sinceridad del otro, estando dispuestos a aprender de él y dejándonos interpelar». No siempre –reconoce– habrá acuerdo. Cada uno decidirá en conciencia. Lo que hay que intentar es que antes de decidir al menos hayan escuchado la voz de la Iglesia. Una voz que –insisten ambos– no cambia. «¿Estamos a favor del aborto? No. ¿De la eutanasia? No. Eso es lo nuclear», afirma Bermejo. Eso sí, reconoce que en otros temas puede haber en la Iglesia distintas «aproximaciones desde la libertad. Si lo tuviéramos todo claro, sobraría la bioética». Y cita como muestra la limitación del esfuerzo terapéutico que supone retirar soporte vital o algún tratamiento, aunque acorte la vida. Entre los católicos «hay distintas opiniones sobre qué entra dentro de esta limitación» y qué no, reconoce José María Bermejo.

Jokin de Irala. Foto: Manuel Castells

Progreso y optimismo

La bioética que custodia la Iglesia –subraya De Irala– «se basa en una antropología profundamente humana y humanizante. Defender la vida humana y su dignidad será siempre una actividad de progreso y optimista. De progreso porque del acierto en el respeto a la vida humana y su dignidad depende el futuro» del hombre. Es progreso –explica– «darnos cuenta de que en el aborto son víctimas tanto las mujeres como los no nacidos», y atender mejor a estas.

Esta bioética también está «basada en la ciencia», que corrobora sus propuestas. Ocurre con la fertilidad y los cuidados paliativos. Desde su especialidad –la medicina preventiva–, De Irala denuncia que en salud pública se toman decisiones sin atender a los estudios científicos. Como ejemplo cita las infecciones de transmisión sexual, que «siguen aumentando a pesar de años de campañas promoviendo preservativos».

También el durante importa

El hermano José María Bermejo es el principal organizador del I Congreso Mundial de Bioética que los Hermanos de San Juan de Dios organizan del 11 al 14 de septiembre en San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

En él se abordará la bioética desde una perspectiva muy amplia, que además del inicio y el final de la vida contemple el durante. «En África, Asia o América Latina, si un médico no tiene medios quizá no puede tomar la mejor decisión, sino solo dejar que la vida se acabe».

En los países ricos, los dilemas son otros. Destacan las consecuencias del problema «serio del envejecimiento de la población». Por ejemplo, «¿es libre una persona mayor a la que se ingresa en una residencia? ¿Por qué a veces “no hay más remedio”?». El efecto en la salud de la degradación ambiental o la acogida al extranjero también entran en este ámbito. «El Papa ha dicho que quiere una bioética global».

Contará con monseñor Vincenzo Paglia y el cardenal Carlos Osoro, y es un paso más para una congregación que «ha sido pionera en España» en bioética.