El patriarca caldeo a los cristianos: «Volved a vuestras tierras en vez de pelearos» - Alfa y Omega

El patriarca caldeo a los cristianos: «Volved a vuestras tierras en vez de pelearos»

Días antes de que una milicia cristiana irrumpiera en una base de otro grupo paramilitar también cristiano, el líder de la Iglesia caldea propone la creación de un equipo de líderes «sabios y leales» que den voz a los cristianos por encima de intereses partidistas

Redacción
Foto: Patriarcado caldeo

Los iraquíes, especialmente los cristianos, «deben volver rápidamente a tomar sus tierras antes de que otros lo hagan, en vez de perder el tiempo esperando, peleándose y dividiendo a la comunidad». El patriarca caldeo Luis Rafael Sako lanzó la semana pasada este llamamiento a sus fieles, de cara a la nueva situación a la que se enfrenta el país tras la expulsión del Daesh de Mosul.

La petición parece más necesaria que nunca, pues se produjo pocos días antes de un nuevo encontronazo entre milicias cristianas. Las Unidades de Protección de la Llanura de Nínive (NPU por sus siglas en inglés) han acusado a las Brigadas Babilonia de irrumpir el sábado en una de sus bases y robar material militar.

Lo más sorprendente del caso es que las Brigadas Babilonia, formadas por cristianos pero vinculadas a las milicias chiíes de las Unidades de Protección Popular, supuestamente también liberaron a seis de sus milicianos, a los que las NPU habían arrestado por saquear casas e iglesias, incluido el monasterio de Mar Behnam.

La fragmentación de los combatientes cristianos preocupa a la Iglesia. En marzo de 2016, el patriarca Sako reiteró que la Iglesia caldea «no tiene ninguna conexión, ya sea directa o indirecta, con las denominadas Brigadas Babilonia o con ninguna milicia armada que se presente como cristiana». Por el contrario, siempre ha animado a los cristianos a alistarse en las fuerzas gubernamentales.

«Adherirse a la tierra de sus padres»

En este caso, el mensaje es más general y busca la unidad de toda la comunidad cristiana para «reconstruir lo que ha sido destruido, alcanzar paz, seguridad y estabilidad» y «adherirse de forma eficaz a la tierra de sus padres y abuelos, a su identidad, su historia y su patrimonio».

Por eso, y pasando a un terreno mucho más concreto, el patriarca considera necesario reclamar compensaciones por lo que los cristianos han perdido, obtener ayuda y asegurarse la protección de las fuerzas gubernamentales tanto del Gobierno central como de la región autónoma del Kurdistán y de la comunidad internacional.

Pide que se cree un equipo «pequeño y efectivo de siete a diez políticos sabios, capaces y leales, que actúen como portavoces de los cristianos», ya que son varios los partidos que los representan. Los que aspiren a liderar a sus hermanos en la fe deben «renunciar al interés personal y olvidar diferencias anteriores», así como cooperar con los musulmanes y otros grupos.

Por otro lado, el patriarca opina que debería crearse un centro mediático cristiano que, con una visión amplia y un trabajo profesional, haga que se escuche la voz de los cristianos.