El nuevo rostro del Vaticano comienza a tomar forma - Alfa y Omega

El nuevo rostro del Vaticano comienza a tomar forma

Jesús Colina. Roma

Uno de los grandes objetivos del Papa Francisco es la reforma de la Curia romana. El 12 y 13 de febrero, el Pontífice convocó a todos los cardenales del mundo, tanto a los electores como a los que ya han cumplido ochenta años, para informarles sobre las propuestas que surgen del primer año de trabajo del Consejo de cardenales, el así llamado C9. De estas propuestas, surgirá el nuevo rostro del Vaticano.

Lo primero que les dijo sirvió para aclarar el espíritu que mueve al Pontífice: «La reforma no es un fin en sí misma, sino un medio para dar un fuerte testimonio cristiano; para favorecer una evangelización más eficaz, para promover un espíritu ecuménico más fecundo y para alentar un diálogo más constructivo con todos», dijo. Además, espera que esta reforma, «sumamente deseada por la mayoría de los cardenales en el ámbito de las congregaciones generales que precedieron el cónclave», ayude al sucesor de Pedro a ejercer más eficazmente su labor «al servicio de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares».

Las discusiones entre los cardenales se centraron en buena parte, y sobre todo, en la relación entre la Curia y las Iglesias locales. Se habló de descentralización. Una de las palabras más citadas fue subsidiaridad, es decir, según esta visión, el Vaticano no está para reemplazar la labor de las diócesis y Conferencias Episcopales, sino para asistirlas de manera que puedan ejercer mejor y más plenamente su servicio.

En esta reforma, la mayoría de los 164 cardenales presentes compartió el criterio de la simplificación. La idea es, cuando sea posible, unir a diferentes organismos vaticanos que afrontan misiones parecidas en un solo organismo. En particular, ante los cardenales, se propuso crear dos congregaciones. La primera abarcaría a los organismos que hasta ahora se ocupaban de los laicos y la familia. La segunda afrontaría materias ligadas a la caridad, a la justicia y a la paz. También se habló de crear un gran organismo vaticano dedicado a la educación dentro y fuera de la Iglesia.

Al final de la reunión, todos se hacían la misma pregunta: ¿Cuándo tomará forma la reforma de la Curia romana? El secretario del Consejo de cardenales, el obispo italiano Marcello Semeraro, reconoció al concluir el encuentro que todavía no se saben las fechas, aunque aclaró que la reforma no se prolongará indefinidamente. Las reuniones del Consejo de cardenales están programadas hasta finales de diciembre de 2015.