Mi misión en la vida: ser amigo de Jesús - Alfa y Omega

Mi misión en la vida: ser amigo de Jesús

María Martínez López
En la Misa, en la capilla del Seminario de Madrid, durante el encuentro del sábado

Si te preguntaran qué es lo más importante en la vida de una persona, ¿qué responderías? Para los cristianos, la respuesta tiene que ser: Ser santos. En otras palabras, ser amigos de Jesús. Atrévete a ser amigo de Jesús era, precisamente, el lema del encuentro vocacional para unos 200 chicos y chicas de 10 a 14 años que se celebró el sábado pasado en Madrid.

«Se trata, sobre todo, de tener un día de convivencia, durante el cual intentamos presentar a los chicos cómo todos los cristianos tenemos una vocación; es decir, una llamada de Dios: ser santos». Nos lo cuenta el padre Juan Carlos Merino, que trabaja con un equipo de seminaristas y religiosos para ayudar a los jóvenes a descubrir cuál es el plan que Dios tiene para ellos. Blanca Fernández, de 6º de Primaria, del colegio de las Madres Concepcionistas de la calle Princesa, de Madrid, nos cuenta que, «por la mañana, hicimos una yincana muy bonita».

Qué es un buen amigo

También celebraron Misa, y tuvieron catequesis. «Nosotros estuvimos con dos religiosas muy majas, que nos hablaron sobre los buenos y los malos amigos. Buen amigo es quien no te traiciona nunca. El mejor amigo es Jesús».

Después de recibir su amistad, nosotros tenemos que responder a ella. Carlota Fernández, amiga de Blanca, nos cuenta que, para ser amiga de Jesús, «yo intento comportarme lo mejor posible con todo el mundo, y también ir a Misa todos los domingos. Me gusta ir, porque es como una fiesta que Dios nos ha dado para estar con Él. Cuando sea mayor, quiero seguir yendo y ser amiga de todo el mundo». Blanca, por su parte, explica que, como «Jesús tiene mucha paciencia con nosotros, yo también intento tenerla con mis hermanos, cuando a veces me enfado con ellos». María Martínez López

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¿Por qué camino voy a ser santo?

Dios nos llama a todos a ser sus amigos…, pero eso no significa que seamos todos iguales, como fotocopias. Él ha pensado algo distinto para cada uno de ellos, algo que nos hará muy felices: casarnos y formar una familia, ser sacerdotes, misioneros, religiosos… Además, a algunos nos llama de niños, a otros de jóvenes o más mayores. Lo importante es cuidar la amistad con Él, y también conocer a personas que lo siguen de distintas formas. El padre Juan Carlos nos explica que, «como este encuentro lo organizan religiosos y seminaristas, los niños conviven con ellos, escuchan el testimonio de su vida, y así van descubriendo» distintas formas de ser santos. Como Carlota, que, gracias a las religiosas Concepcionistas de su colegio y a las que ha conocido en este encuentro, nos explica que «son personas que están siempre con Jesús, nos comunican Su mensaje y siempre te van a ayudar, en los buenos y malos momentos. Son muy buenas».

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Aprendiendo de san Juan Pablo II

Uno de los momentos bonitos de la convivencia fue la obra de teatro sobre san Juan Pablo II que prepararon los alumnos del colegio de las Esclavas de Cristo Rey. En la obra, contaban cómo en el cielo lo prepararon todo para que Karol Wojtyla fuera elegido Papa, y cómo entre los ángeles, la Virgen y la Santísima Trinidad habían ido preparando a alguien que reuniera los requisitos necesarios, como poder perdonar a sus enemigos.

A Luis Merlo, de 1º de la ESO, que interpretaba a Dios Padre, le ha gustado mucho preparar la obra. «Ya sabía algo de san Juan Pablo II, pero ahora he aprendido más de él. Por ejemplo, que le gustaba mucho la Virgen María y, gracias a ella, aprendió a querer más a Jesús». Luis quiere imitarle, y «perdonar a todo el mundo» para poder ser amigo de Jesús. En la obra también participaron Amaya Sardoya, y su amiga Sara Asensio (6º de Primaria). Sara nos cuenta que «Juan Pablo II iba mucho con los jóvenes, y había sido obrero y artista». Gracias a la obra, se ha hecho amiga de él, y «le puedo pedir cosas, como que me ayude con los deberes y a sacar buenas notas».