Católicos y anglicanos destacan el ecumenismo del cardenal O'Connor - Alfa y Omega

Católicos y anglicanos destacan el ecumenismo del cardenal O'Connor

El cardenal Cormac Murphy-O’Connor, fallecido este viernes, fue un «visionario» en su «compromiso por la comprensión ecuménica», subraya el Papa en su telegrama de condolencias

Redacción
El cardenal O’Connor junto al entonces arzobispo anglicano de Canterbury, Rowan Williams, el 25 de abril de 2005. Foto: CNS

«Una enorme pérdida para sus innumerables amigos, la Iglesia y el país». Quien ha despedido así al cardenal Corman Murphy-O’Connor, arzobispo emérito de Westminster, no es un líder de la Iglesia católica en el país, sino el arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby.

Quien entre 2000 y 2009 fue la principal figura de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales, como primado y presidente de su Conferencia Episcopal, falleció el 1 de septiembre. Poco más de una semana antes, el 24 de agosto, había cumplido 85 años.

Las palabras de condolencia del líder de la Iglesia anglicana se explican por el «visionario compromiso al progreso de la comprensión ecuménica e interreligiosa» del cardenal. Es uno de los rasgos que subraya de O’Connor el Papa Francisco, en un telegrama a su sucesor, el cardenal Vincent Nichols.

El Pontífice también menciona «el distinguido servicio del difunto cardenal a la Iglesia en Inglaterra y Gales y su inquebrantable devoción a la predicación del Evangelio y al cuidado de los pobres». Francisco y Murphy-O’Connor fueron creados cardenales juntos en 2001, y tenían una relación amistosa.

18 años de diálogo

El arzobispo de Canterbury ha desglosado en su página web personal las razones que le hacen afirmar que el cardenal Murphy-O’Connor fue «un buen amigo de los anglicanos en casa e internacionalmente». Como responsable de la segunda fase de la Comisión Internacional Anglicana-Católica Romana, de la que fue copresidente entre 1982 y 2000 —recuerda—, el cardenal prestó su «habitual buen humor y su agudeza teológica a la producción de algunos de los textos ecuménicos de común acuerdo más influyentes del siglo XX».

«En un tiempo en el que algunos se lamentaban por la ausencia de un progreso instantáneo en las relaciones ecuménicas —continúa Welby—, Cormac vio esta labor como una inversión» de futuro. El arzobispo emérito de Westminster también «destacó por su apoyo a las familias interdenominacionales» y por poner en marcha un programa que todavía ofrece a los futuros pastores anglicanos la posibilidad de estudiar en Roma.

La capilla ardiente del cardenal tendrá lugar el martes 12 de septiembre en la catedral de Westminster, y al día siguiente se celebrará la Misa de réquiem, presidida por el cardenal Nichols, y el entierro.