¿A cuántas familias de inmigrantes mantiene su parroquia? - Alfa y Omega

Conversaciones de chiringuito estas vacaciones de verano. Te han visto predicar en Misa. Se acercan a ti. Cosas importantes para alguna, no poca, gente: tener razón, satisfacer los propios intereses y/o ganar dinero «mirando hacia otro lado» –ellos no lo dicen así, pero los errores siempre y solo los cometen otros–. No hay persona con algún reconocimiento social, incluso verdaderos líderes (¿?) de diferentes pelajes, que últimamente no trate de dar su clase o exponer su opinión acerca de, por ejemplo, los problemas del agua o el drama de las migraciones.

Lo dicen personas con un teléfono móvil de última generación, de esos con componentes de coltán lavado en agua que se podría haber utilizado para beber; también otros que se inhiben ante operaciones comerciales y financieras con países sometidos al yugo de dictaduras, o animan sin pudor a clubes de fútbol cuyos patrocinadores proceden de países en los que no se respetan los derechos humanos. Pero ellos opinan. Y le dan a la máquina registradora.

¡Qué fácil es hacer demagogia! Hasta cierto punto, este artículo también la hace. La cuestión es más inmediata. ¿Es usted de los que, cuando se duchan, cierran el grifo para enjabonarse?¿Es usted de los que ayudan a la chica que trabaja en casa, o a su marido, o a los dos, a encontrar un puesto de trabajo acorde con su cualificación profesional? Comprendo y valoro que usted le dé trabajo hasta que consiga los papeles, ¡de algo tendrá que vivir y bastante mal lo está pasando ya! ¿Es usted de los que ha dejado de ir al fútbol, incluso de ver los partidos en los que juega el club de sus amores, por no parecerle bien que las millonadas necesarias para hacer crecer esa burbuja, procedan de países cuyos dirigentes «no tienen un pase»?

Y, si usted es católico comprometido: ¿a cuántas familias de inmigrantes mantiene su parroquia? Una parroquia pequeña, con una feligresía de, pongamos, 300 familias, ¿qué no podría hacer si cada una pusiera unos diez euros al mes para este fin? Sine die. Y sin hacer ruido ni pontificar ni nada. «Tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará».