Pequeñas parroquias: solidaridad y fe ante la despoblación - Alfa y Omega

Pequeñas parroquias: solidaridad y fe ante la despoblación

La diócesis de León celebra por octavo año consecutivo una campaña para que las iglesias más prósperas ayuden a las más necesitadas

Colaborador
Feligreses de la Unidad Pastoral de La Vecilla, también beneficiados. Foto: Diócesis de León

«Si no fuera por la campaña Pequeñas parroquias, en algunas iglesias sería imposible cubrir los gastos mínimos y poder hacer alguna pequeña obra, como por ejemplo, reparar una gotera». De esta forma destaca el sacerdote y párroco de la Unidad Pastoral de La Vecilla, Francisco José Pérez, la importancia de la campaña de comunicación de bienes entre las parroquias de la diócesis de León, que cerró su octava edición el domingo 10 de septiembre con una colecta especial en las parroquias de la ciudad. Este sacerdote, que sus feligreses conocen como Paco, el cura, se encarga de 27 parroquias ubicadas en el valle leonés del Curueño, una de las zonas más afectadas por la despoblación, con 1.500 personas censadas pero solo 400 residentes en la época invernal y unos 180 feligreses que acuden regularmente a la iglesia. Para ellos, la aportación de Pequeñas parroquias es fundamental, pues hace posible que «podamos atender los gastos básicos en diez de esas parroquias, gastos como la electricidad, la tasa de basuras o el seguro». Francisco José añade que también recibe la colaboración de juntas vecinales o particulares que, en algunos pueblos, se ofrecen a pagar algunos recibos.

Obras que se desarrollan en una iglesia de la diócesis gracias a la campaña. Foto: Diócesis de León

Esta realidad del ámbito rural de la iglesia en León, marcada por la despoblación y el envejecimiento, fue la que animó a la Vicaría de Asuntos Económicos y Sociales, por iniciativa del vicario, Pedro Puente, a poner en marcha en el año 2010 la campaña. Según Puente, «la sensibilización es cada vez mayor, la solidaridad de las parroquias con más posibilidades económicas va en aumento y así ha sido posible atender muchas necesidades para hacer la adaptación de las instalaciones eléctricas, cubrir las tasas de la basuras, realizar las inspecciones técnicas que impone la normativa, etcétera».

El lema inicial de esta iniciativa fue Colabora para seguir dando luz a los más pequeños y, desde hace ya tres ediciones, se adoptó Colabora para seguir dando agua de vida a las parroquias más pequeñas. Una llamada a la «ayuda solidaria, voluntaria y responsable», que, según el vicario general de la diócesis, Florentino Alonso, «pretende concienciar a los feligreses de las parroquias más grandes para que colaboren con las más pequeñas para su sostenimiento. Esta colecta puede contribuir a que algunas iglesias sigan abiertas y esas pequeñas comunidades puedan continuar celebrando la fe».

En la última edición, la recaudación rebasó ligeramente los 17.000 euros y ayudó a diferentes arciprestazgos, también al de Babia-Laciana, que visitó recientemente el obispo Julián López, y donde constató que «la proverbial belleza de la zona y de sus montañas, ríos y arroyos en cualquier estación del año, no se corresponde con el estado real de una población en acelerado declive estadístico, aunque las mejoras en las condiciones de vida son evidentes», y donde «cada vez hay más pueblos cerrados en invierno o en los que permanecen una sola familia o algunos ancianos».

«Sigue siendo necesaria esa solidaridad y esa corresponsabilidad para estar en las periferias como dice el Papa, y estas, que son nuestras periferias, tienen que ser nuestras preferencias», concluye Pedro Puente.

José María Martínez Llamazares
León