Cofradías: casa de fe para el cofrade y hogar de acogida para la sociedad

¿Qué aporta una cofradía de Semana Santa a los cofrades? ¿Y a la sociedad? ¿Qué sentido tienen hoy estas hermandades pasionarias? Estas fueron algunas de las preguntas a las que se dio respuesta el pasado fin de semana en el encuentro de cofradías que cada curso se organiza a nivel nacional, y que este año ha tenido lugar en Jumilla, una ciudad de 25.000 habitantes del altiplano murciano que ya fue sede del encuentro en 1999.

Sentir la pasión… vivir la fe fue el lema que recogía la solución a todos esos interrogantes anteriores, al sentido que tienen las hermandades y cofradías en el mundo actual y dentro de la fe. Un lema que «nos recuerda la verdadera dimensión religiosa que celebramos en la Semana Santa y nuestra razón de ser, de hacer presente a Jesucristo en las calles de un pueblo o ciudad», explica el presidente de la Junta Central de Hermandades de Jumilla, Juan Francisco Martínez.

Del 21 al 24 de septiembre, más de 350 cofrades de toda España se dieron cita en estas jornadas de convivencia, en las que pudieron compartir vivencias, experiencias, sentimientos, problemas y soluciones que se plantean en el día a día de las asociaciones católicas de fieles que llevan a cabo las procesiones de Semana Santa. Unos días en los que el carisma cofrade ha salido a relucir entre la muestra del sentimiento artístico, cultural y espiritual propio de las cofradías.

Cofradías y sociedad

La formación, a través de charlas, ponencias y mesas redondas, se ha centrado en dar solución a lo que las cofradías aportan, o deberían aportar, a los cofrades y a la sociedad actual. «La cofradía debe mantener la formación a los cofrades y debe promover un estilo de vida cristiano. El que lleva a hombros un paso o participa en el desfile debe entender qué es lo que saca a la calle y debe vivir conforme a lo que ese paso representa, significa y nos enseña». Son algunas de las conclusiones extraídas de este encuentro y que resume Juan Francisco Martínez. «El cofrade es el que siente de esa forma la pasión de Jesús y debe vivir conforme a ella», añade.

Sobre el compromiso social que tienen las cofradías, el presidente de la Junta Central de Hermandades de Jumilla asegura que durante estos días se ha tratado en profundidad la importancia y la necesidad de mantener y defender el espíritu social y de ayuda que tienen estas instituciones.

Estos temas se han tratado a lo largo de todo el encuentro, donde, como es habitual, la formación cofrade se convierte en un pilar básico. La primera de las ponencias fue impartida por el arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez Plaza, que habló sobre cómo las cofradías son «una manera legítima de vivir la fe», y los valores que aportan a los miembros de estas. Una charla que sirvió como introducción a un fin de semana cargado de defensa del sentimiento cofrade, y que también confirmó el decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), Pablo Blesa, quien expuso la visión de las hermandades pasionarias como «escuelas de valores humanos y cristianos».

Sobre la responsabilidad y acción social de las cofradías habló Enrique Durán, delegado de Acción Social y Caridad del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, quien aseguró que estos grupos son y deben ser «vehículos de amor fraterno y caridad». «Podemos hacer mucho más hacia nuestra sociedad –añade el presidente de la Junta Central de Jumilla–, ya que el origen de las cofradías fue cubrir las necesidades de la población necesitada».

Asimismo, también hubo una mesa redonda sobre conservación del patrimonio y otra sobre los diferentes tipos de encuentros que se realizan en todo el territorio español sobre cofradías y hermandades de pasión, gloria o sacramentales.

La Pasión en la calle

En estos encuentros se suelen realizar muestras de la Semana Santa, con imágenes y pasos, así como enseres y demás utensilios. En Jumilla se han realizado varias exposiciones, de pintura, fotografía y escultura. Una de ellas, Imago Passionis (en el Museo del Vino), que se mantendrá abierta hasta el 31 de octubre, muestra tronos, tallas, estandartes, vestuario, faroles y mucho más patrimonio de las cofradías de este municipio murciano. Entre la imaginería recogida en esta muestra se pueden encontrar piezas escultóricas de José Sánchez Lozano, Francisco Buiza, Ignacio Pinazo, José Planes o José Antonio Hernández Navarro.

El broche de oro de este encuentro nacional fue la procesión extraordinaria del sábado por la noche, que sacó a la calle a las 20 cofradías pasionarias que componen la Semana Santa jumillana, con más de 50 imágenes de 18 escultores distintos, desde el siglo XVI hasta el XXI.

En 2018 será Bilbao la sede del XXXI Encuentro Nacional de Cofradías. Una cita que muchos amantes de la Semana Santa ya apuntan en su agenda para poder volver a compartir, vivir y sentir los desfiles pasionarios y el carisma cofrade durante todo el año.