Y en mitad del concierto de rock apareció Jesús - Alfa y Omega

Y en mitad del concierto de rock apareció Jesús

La Comunidad Shalom ofreció este martes su primer concierto evangelizador en Madrid. «Con el lenguaje joven de un concierto de pop rock, se trataba de ir a buscar al joven de hoy y llevar a Jesús hasta allí», asegura Paloma Lladó, misionera madrileña de la Comunidad Shalom

José Calderero de Aldecoa
Foto: Comunidad Shalom

Se suele decir que si la montaña no va a Mahoma, Mahona va a la montaña. El Papa reformuló en cristiano este dicho con su ya famosísima invitación a convertirnos en «una Iglesia en salida». En este sentido, Francisco animaba a salir de las iglesias a buscar a los jóvenes que nunca entrarían en una iglesia. Si el joven no va a la Iglesia, la Iglesia va al joven.

Con este mismo espíritu del Pontífice, la Comunidad Shalom celebró este martes en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid un concierto de pop rock al que asistieron 150 jóvenes —y eso que el evento coincidió en el tiempo con el partido de la Liga de Campeones en el que jugaba el Real Madrid contra el Borusia de Dortmund—.

«Con el lenguaje joven de un concierto de pop rock, se trataba de ir a buscar al joven de hoy y llevar a Jesús hasta allí», asegura Paloma Lladó, misionera madrileña de la Comunidad Shalom. Dicho y hecho. «Durante todo el concierto teníamos al Señor expuesto en la capilla para que intercediera por los frutos de la actividad. Por otro lado estaban los jóvenes bailando animadamente en la pista. Poco a poco fuimos bajando el tono y anunciamos que nos íbamos “a preparar para recibir a Jesús”», cuenta Lladó. Cara de sorpresa entre los jóvenes. «“Pero, ¿cómo? ¿Jesús está aquí? ¿Jesús viene?”, parecía leerse en la cara de los asistentes». Fue entonces cuando Jesús entró en el propio concierto. «Pusimos al Santísimo enfrente del escenario e hicimos una adoración preciosa en medio del concierto. Es muy emocionante ver a los jóvenes teniendo una experiencia personal con Cristo», asegura la misionera de Shalom.

Tras esta iniciativa, Paloma Lladó ha recibido hoy «muchísimos mensajes de los participantes: “Me encantó todo, la adoración especialmente”; “¡Qué pasada! Un concierto de rock y, después, con adoración”; “Increíble. Nunca lo había visto”».

Foto: Comunidad Shalom

Desembarco de Shalom en Madrid

También los sacerdotes que asistieron al evento se quedaron gratamente sorprendidos. «Se nos acercaban y nos decían “quiero esto en Madrid. En cuanto pueda voy a hablar con nuestro obispo. Nos encantaría que vinierais a nuestra diócesis”». La misionera no descarta esta posibilidad, pero pide «oraciones para que, si es voluntad de Dios, se pueda abrir una casa aquí».

De hecho, el evento que ayer acogió la UFV fue impulsado por el padre Cristiano Pinheiro, responsable de su difusión a nivel internacional de la Comunidad Shalom y de la fundación de nuevas misiones en los cinco continentes. «El padre me ofreció la oportunidad de hacernos presentes con un evento en Madrid», de donde Lladó es originaria y donde actualmente está de vacaciones. «Qué mejor que venir a mi ciudad y presentar a los jóvenes el fuego evangelizador que está ardiendo en mi corazón». «Es una gracia poder llevar a ese Jesús que transformó mi vida y me hizo ser misionera a los jóvenes de mi ciudad».

De Fortaleza a Granada

El primer Centro Shalom, situado en Fortaleza (Brasil), estaba formado por una pizzería y una librería. Allí, en 1982, se acogía y evangelizaba a los jóvenes. De esto hace ahora 35 años, aniversario que la Comunidad Católica Shalom —presente a en 30 países— ha celebrando en Roma junto al Papa entre el 3 y el 9 de septiembre.

Desde hace cinco años, la Comunidad Shalom también está en España, concretamente en Granada, a donde llegaron invitados por el arzobispo de la ciudad. «Su carisma es la evangelización de la juventud y Granada es una ciudad con mucha gente joven», explicaba recientemente monseñor Martínez a Alfa y Omega. «Es precioso ver la sencillez, la alegría y el desprendimiento con el que trabajan entre la gente joven», añadía el prelado.