Pedro Pérez Cárdenas: «Son frecuentes los lamentos de padres que no hablaron a tiempo de sexo a sus hijos» - Alfa y Omega

Pedro Pérez Cárdenas: «Son frecuentes los lamentos de padres que no hablaron a tiempo de sexo a sus hijos»

Pedro Pérez Cárdenas publica en Digital Reasons La educación sexual de los hijos

Enrique Chuvieco

¿Por qué es importante la educación sexual de los hijos?
Así como es importante la educación vial de los hijos para que sepan conducirse por las calles y carreteras, o el educarles en la conservación del medio ambiente, tanto o más importante se hace educarlos en su afectividad, en sus sentimientos, en su atracción sexual. No queremos que vivan en la selva y con la ley de la selva, dejándose simplemente llevar por unos instintos.

Las explicaciones, dice usted, han de ser acordes con la edad del receptor.
Si algún contenido educativo debe acoplarse a la edad y desarrollo psicológico del receptor, este es el de la educación sexual. Son muchos componentes los que se deben integrar armónicamente.

También critica la información sexual que los chicos reciben en la escuela pública porque aborda mayormente la parte biológica.
No debemos generalizar a una escuela u otra, privada o pública. Allí donde se vea una carencia, hay que hacerlo notar. Una educación sexual reducida a lo biológico, que por indiferencia, olvido, cobardía, u otras razones, olvidara, por ejemplo, los sentimientos y afectos de las personas, sería tan peligrosa como enseñar en las escuelas todo tipo de armas de fuego y su empleo.

¿Qué les diría a padres que no proporcionan a sus hijos esta educación sexual?
Que si no toman ellos las riendas, otros lo harán por ellos manipulando a sus hijos. Son frecuentes los lamentos de padres que no hablaron a tiempo.

¿Qué consecuencias tiene en los chicos la hipersexualización?
Algo parecido a lo que nos sucede a los adultos cuando vamos conduciendo un coche por la noche y otro auto nos deslumbra. Los menores tienen unos reclamos deslumbrantes por todos los lados y ello los desvía y accidenta con mucha frecuencia.

Las redes sociales e internet han abierto otra brecha para los acosos y la pornografía, ¿cómo pueden los padres no solo minimizar sus riesgos, sino conseguir que sus hijos tengan recursos personales para rechazarlos?
Hay muchos consejos se podrían dar, me quedo ahora con uno muy simple, como es que los hijos tengan acceso a internet en lugar público de la casa; eso unido a que no usen a cualquier edad un móvil de última generación, les haría mucho bien. El que los propios hijos tengan recursos personales para rechazar los peligros queda ya al resultado de una lenta tarea global en la educación de madurez y responsabilidad.