Un mártir claretiano: «Cada día rezo por el que me va a matar…» - Alfa y Omega

Un mártir claretiano: «Cada día rezo por el que me va a matar…»

Este sábado 21 de octubre serán beatificados 109 mártires claretianos en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona. A continuación ofrecemos el testimonio ofrecido por nueve de ellos poco antes de morir asesinados

Redacción
Los mártires claretianos, Jaume Girón (izquierda) y Jaume Payas (derecha). Foto: Mártires claretianos

P. Jaume Girón:

«Yo estoy siempre preparado para dar la vida por Dios. Y en la Misa de cada día me preparo y me ofrezco como víctima por los fines de que el padre celestial sea servido. Cada día rezo por el que me va a matar… tanto como he querido y he hecho por el obrero, y será el obrero quien me matará».

El padre Girón fue fusilado el 5 de septiembre de 1936 en Castellfollit de Riubregós (Anoia). Varias familias le ayudaron a encaminarse hacia la frontera pero fue descubierto. 47 años.

G. Fernando Saperas:

«Matadme cuando queráis; pero eso no, ¡jamás! Soy virgen y virgen moriré».

Fernando Saperas fue fusilado el 13 de agosto de 1936 en Tàrrega (Urgell). Es conocido como el «mártir de la castidad» porque fue llevado a varios burdeles para intentar que rompiera el voto de castidad. 30 años.

P. Julio Leache:

«Si nos quieren matar, quisiera que fuese solo por Dios, o sea, que me maten celebrando, administrando los sacramentos o rezando. Pero no por otros motivos humanos o políticos… Si nos matan por fascistas, poca gracia y poco mérito tiene, ya que hay fascistas de todo color. Pero si nos matan por decir Misa y por católicos, esto es meritorio ante Dios, esto es ser mártires».

El padre Julio fue fusilado el 19 de octubre de 1936 en la finca Mas Claret en Cervera (La Segarra). Forma parte del grupo más numeroso de mártires fusilados conjuntamente después de tres meses en cautiverio. 27 años.

P. Adolfo de Esteban:

«No tenga usted ningún miedo por mi suerte, pues, si preciso fuere, estoy decidido a derramar mi sangre por la causa de Jesucristo».

El padre Adolfo fue asesinado el 31 de julio de 1936 en Barcelona. Fue asesinado en un descampado y después de que su hermana reconociera el cadáver en el hospital se desconoce que se hizo con su cuerpo. 24 años.

P. Jaume Payàs:

«Perdono a todos los que me quieren mal, y les doy un abrazo de amistad; no guardo rencor a nadie, ni a los que me han tirado en casa como a un perro; también a Ti re lo hicieron».

El padre Jaume fue fusilado el 25 de julio de 1936 en Sallent (El Bages). Rechazó renegar de su condición de religioso a cambio de ser liberado. 30 años.

P. Josep Reixach:

«Si sois vosotros quienes me habéis disparado los tiros, os perdono de corazón. Quiero morir como Jesús que también perdonó a quienes le acababa de sacrificar».

El padre Josep fue asesinado a tiros el 26 de julio de 1936 en Sabadell (Barcelona). En la Iglesia de la comunidad le hicieron presenciar cómo se profanaban y quemaban los objetos sagrados. 71 años.

G. Julián Villanueva:

«Sabed que no me da miedo la muerte. Ofrezco mi vida por Dios y por las almas. Os perdono este crimen que vais a cometer conmigo y pido a la Divina Misericordia que acepte mi sangre por vuestra salvación».

Julián Villanueva fue fusilado el 1 de septiembre de 1936 en Su (Solsonès). Le desnudaron y le hicieron cavar su propia tumba antes de ejecutarlo en una carretera. 66 años.

P. Emili Bover:

«Os perdono de corazón por amor de Dios».

El padre Emili fue fusilado el 20 de agosto de 1936 en Cervera (La Segarra). Pidieron besar las manos de quienes le iban a ejecutar. 67 años.

P. Isaac Carrascal:

«Pidan a Dios que si nos van a matar muramos como mártires».

El padre Isaac fue fusilado el 14 de octubre de 1936 en Torrelavega (Santander). Exigieron 450 pesetas, tres mantas y comida para liberarlo junto con dos misioneros claretianos detenidos en Castro Urdiales. 53 años.