Cuatro Corazones, una apuesta por la inserción - Alfa y Omega

Cuatro Corazones, una apuesta por la inserción

Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez apuesta por la economía social como una forma de economía cuyo centro es la persona. Esto se materializa en la puesta en marcha, a través de su empresa de inserción Casa Común S. L., de su tienda Cuatro Corazones, donde se pueden adquirir productos de agricultura ecológica, ropa y calzado fruto de la reutilización textil, así como muebles y objetos de decoración restaurados, todos ellos asociados a sus proyectos

María José Orellana

En cada detalle se nota y se palpa la ilusión y el esfuerzo entregado por hacer que esta tienda fuera una realidad. Cuatro Corazones ya ha colocado el cartel de abierto y de este modo, Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez abre las puertas de su primer comercio en Jerez, en el número 2 de la calle Madre de Dios. Alberga sus tres proyectos de economía social centrados en la reutilización textil (Arropa), la restauración de muebles (Insertarte) y la agricultura ecológica (La Jara), todos ellos dentro de su empresa de inserción Casa Común S. L. «Son proyectos que sirven para reconstruir y relanzar a las personas en su inserción en la vida laboral y social», afirma Francisco Domouso, director de Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez. «Nos enfrentamos a un reto vital como sociedad y como Cáritas, un reto económico, ético y estructural que nos invita a otras lógicas», explica también el director de la entidad en la diócesis.

La economía social y solidaria es una de las líneas de trabajo prioritarias en Cáritas Española y, de hecho, ha supuesto en el último año una inversión de más de 70 millones de euros a nivel nacional. Así, tal y como explica Manuel Bretón, presidente de Cáritas Española, «cada iniciativa de economía solidaria es el mejor testimonio de que es posible realizar una actividad económica sostenible con principios de solidaridad, justicia y que plantee el beneficio económico como un medio al servicio de las personas».

Sin duda, no es más que la respuesta de Cáritas a la petición del Papa Francisco de «decir no a una economía de la exclusión y la inequidad, ya que esa economía mata»; así como al compromiso de recuperar la dimensión ética de la economía, tal y como solicitaban los obispos en la instrucción pastoral Iglesia, servidora de los pobres.

De este modo, en el ámbito de la reutilización textil, ya existen más de 120 tiendas impulsadas a través de la Fundación Re, de Cáritas, en la que ya hay integradas más de 40 Cáritas diocesanas, entre las que se encuentra Jerez, y que supera los 1.000 trabajadores, más del 50 % de inclusión. En Andalucía se abrió recientemente la primera de estas experiencias en Jaén, a la que ha seguido la de Jerez, y continuará Granada. «Estas iniciativas buscan dignificar a las personas y desarrollar una nueva economía que se base en la austeridad y el consumo responsable», explica Mariano Pérez de Ayala, presidente de Cáritas regional de Andalucía.

Empleo inclusivo acompañado

Cuatro Corazones es mucho más que un comercio o un escaparate de estos proyectos. Es el ejemplo de que es posible desarrollar experiencias significativas en el ámbito del empleo, a través de fórmulas de economía solidaria y, así ofrecer respuestas integradoras a todos aquellos que el sistema arroja a las periferias. También deja patente la apuesta de la entidad por lo que denomina el «empleo inclusivo acompañado», en los procesos de inserción laboral. Desde el momento en que una persona llama a su puerta, a través de los puntos de acogida, da comienzo un camino en el que, mediante la escucha y procesos de autoconocimiento e identificación de las dificultades y potencialidades, se realiza un acompañamiento individualizado adaptado a cada ritmo personal.

Natalia Camacho sabe mucho de este itinerario, como participante del proyecto Arropa. «Ahora me valoro y, aunque ni siquiera sabía coser cuando entré, he aprendido y sé que soy capaz de eso y mucho más», explica Natalia, que siente que ha tenido una segunda oportunidad. En el caso de Georgina Vilches, la vuelta a la tierra que le ha ayudado a hacer La Jara ha significado «crecer como persona y descubrir una forma de cultivar que no merma los recursos de la tierra y que piensa en futuras generaciones». Guillermo Martín, de Insertarte, añade que «alguna vez nos hemos sentido desechados como los muebles que restauramos pero con cariño, respeto y valoración hemos sabido darnos cuenta de nuestras potencialidades y ser personas auténticas e irrepetibles, precisamente como esos muebles».