Nuncio en España: «No existe el santo que no sea sensible a los pobres» - Alfa y Omega

Nuncio en España: «No existe el santo que no sea sensible a los pobres»

Monseñor Renzo Fratini inauguró el viernes la XIX edición del congreso Católicos y Vida Pública. En ella, el ugandés Víctor Ochen explicó su labor rehabilitando a niños de la guerra

María Martínez López
Un momento de la inauguración del congreso. Foto: CEU

El nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, aseguró que la política puede hacer «mucho» para combatir la pobreza pero ha indicado que se debe huir de «todo planteamiento ideológico» y ha advertido del «peligro del populismo».

«La política puede hacer mucho pero cuidando que en sus planteamientos el pobre sea servido huyendo de todo planteamiento ideológico, ya sea intrascendente ya sea reductor. Aquí también hay peligro del populismo», indicó este viernes 17 de noviembre durante la inauguración del XIX Congreso Católicos y Vida Pública.

El congreso ha sido organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y se celebra hasta el próximo domingo en Madrid, bajo el lema La acción social de la Iglesia.

Fratini definió la política como «vehículo y medio para el bien común» pero ha precisado que en su acción, «la necesidad tiene una clave de lectura más inmediata en referencia al desarrollo, al desenvolvimiento digno de la vida humana».

«Es aquí donde el cristiano trabaja intentando promover a los pobres y defendiéndoles de cuantos defraudan y proporcionándoles ayuda existencial mediante instituciones que la Iglesia ha procurado siempre», concretó.

Por qué hay que amar a los pobres

Además, Fratini subrayó que una persona solo puede ser santa si está al lado de los pobres. «El santo que no es sensible a los pobres no existe», puntualizó, al tiempo que remarcó que «amar la pobreza y a los pobres es una cuestión espiritual en la que se reconocen los propios límites».

Sobre la acción de la Iglesia española, recordó algunos datos como las más de 4,7 millones de personas que fueron atendidas en 2015 en los diversos centros eclesiales, o los 372 millones de euros que dedicaron en ese año Cáritas y Manos Unidas a la actividad caritativa y asistencial. Además, el nuncio destacó que toda esta acción social de la Iglesia tiene «un significativo impacto económico».

También recordó al cardenal Ángel Herrera Oria que «insistió en la justicia social» y ha indicado que ahora el Papa Francisco ha instituido la Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el próximo domingo 19 de noviembre y con la que invita a «un verdadero encuentro con los pobres» y a que las comunidades cristianas se conviertan en «mejor signo concreto del amor de Cristo por los últimos».

800 millones de hambrientos

Por su parte, el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Carlos Romero, pidió no permanecer impasibles ni «dar la espalda» a los refugiados que llegan ni a los 800 millones de personas que pasan hambre en el mundo.

También recordó a los que siguen sufriendo la pobreza en España y ha recordado la labor de la Iglesia en este sentido con sus 23.000 parroquias en España, sus miles de voluntarios y centros sociales y asistenciales en los que en 2015 atendió a más de 4 millones de personas.

Durante la inauguración, Romero leyó un mensaje del Papa Francisco en el que el Pontífice invita a «escuchar el clamor de los pobres», a «reforzar el compromiso cristiano» en todos los ambientes de la sociedad» y a «ir al encuentro de quienes sufren».

En la inauguración intervino asimismo el arzobispo de Burgos y consiliario nacional de ACdP, monseñor Fidel Herráez, quien ha calificado de «fundamental» la acción social que realiza la Iglesia en un momento en el que «la sociedad se muestra líquida e insensible en muchas realidades». Además, ha precisado que esta labor no se realiza solo «por voluntarismo o compromiso ético» sino que tiene «su inicio en Dios».

El joven que no cogió un fusil

La primera ponencia del Congreso corrió a cargo de Victor Ochen, ugandés fundador de la ONG Ayinet, que ayuda a la rehabilitación de niños soldados. Esta labor le mereció ser candidato al Nobel de la Paz en el año 2015. Ese mismo año, ganó el Premio a la Fraternidad de la revista Mundo Negro.

La labor de Ochen nace de su propia infancia, cuando él mismo tuvo la ocasión de tomar las armas. «Aunque tenía muchos motivos, no lo hice porque he sufrido mucho dolor, y no deseo convertirme en fuente de nuevo y más dolor».

No dar, sino construir

A continuación, durante una mesa redonda, se explicó la labor de diversas entidades de la Iglesia al servicio de la persona. Manuel Bretón, presidente de Cáritas, incidió en que «no se trata de dar, sino de construir». Entre los retos a los que se enfrentan, está identificar quiénes son nuestros hermanos que necesitan ayuda, descubrir que muchas situaciones de sufrimiento son evitables, y comprometerse con la verdad desde la caridad y la responsabilidad.

«Es conveniente que alguien nos recuerde que nosotros, los cristianos, también podemos participar activamente en la sociedad». De esta manera comenzó su intervención el secretario general de Manos Unidas, Ricardo Loy, quien ha definido la labor de su institución como el compromiso que tienen de «hacer visible y real el amor del Evangelio, convirtiéndolo en instrumento para mejorar la vida de las personas».

El último turno fue para Antonio Sáinz, presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada, quien definió a su organización como «un vínculo de caridad de cristianos que viven alejados entre sí, y que tiene como misión promover la experiencia de la fe a los que reciben la ayuda que viene de los países del primer mundo».

Compromiso en la propia profesión

En una sesión paralela, varios profesionales compartieron como viven la fe en su profesión. El capitán de Fragata de la Armada Española Vicente Cuquerella destacó la suerte que tienen de salvar a la gente de morir ahogados en las costas españolas. Una acción social que «no hubiésemos logrado sin ayuda divina».

El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Tomás Chivato, afirmó que «debemos enseñar a los alumnos la importancia de escuchar y mirar a los ojos al paciente. La ciencia es importante, pero sin perder la caridad».

El exmiembro de los Servicios Jurídicos y de Exterior de la Unión Europea, Fernando López, recordó la necesidad de remontarse a las raíces cristianas de Europa. Y el abogado Santiago Fernández destacó la importancia del uso de razón a la hora de juzgar a las personas.