San Juan de la Cruz, poeta de la Navidad - Alfa y Omega

San Juan de la Cruz, poeta de la Navidad

Colaborador
Foto: María Pazos Carretero

La conmemoración de San Juan de la Cruz (14 de diciembre) es un buen motivo para acercarse a la esencia de la Navidad de la forma más plena y auténtica. Nada mejor que estos elementales versos del autor de Cántico espiritual de quien dijo la Madre Teresa, que de eso sabía mucho: «fray Juan de la Cruz es un hombre celestial». Y el inmenso Don Marcelino Menéndez Pelayo: la poesía de san Juan de la Cruz es angelical.

Como se podrá dar cuenta el lector avezado se trata de un romance cristológico de gran profundidad teológica, fundamentado en la figura retórica del simbolismo nupcial, por el que compara el asumir la naturaleza por parte del Verbo (Encarnación), con el desposorio humano.

Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había
así como desposado
de su tálamo salía
abrazado con su esposa
que en sus brazos la traía
al cual la graciosa madre
en un pesebre ponía
entre unos animales
que a la sazón allí había
los hombres decían cantares
los ángeles melodía
festejando el desposorio
que entre tales dos había
pero dios en el pesebre
allí lloraba y gemía
que eran joyas que la esposa
al desposorio traía
y la madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía
el llanto del hombre en dios
y en el hombre la alegría
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.

La Navidad es así, o un fraude laicista envuelto en sucedáneos que se agotan en sí mismos porque nada son y nada significan. Por eso otro genio de la poesía, el gran Rubén Darío escribía en su magno poema y genial poema:

Yo soy aquel:
La virtud está en ser tranquilo y fuerte
con el fuego interior todo se abras
se triunfa del rencor y de la muerte
y hacia Belén… ¡la caravana pasa!

Fidel García Martínez