El Vaticano recuerda a Borromini 350 años después de su muerte - Alfa y Omega

El Vaticano recuerda a Borromini 350 años después de su muerte

Ha celebrado un simposio internacional y una exposición con algunos de sus dibujos en los Museos Vaticanos

ABC
Francesco Borromini, retrato en la sacristía de San Carlos de las Cuatro Fuentes

El Vaticano expone una serie de dibujos del arquitecto Francesco Borromini, para repasar sus contribuciones a la Roma pontificia del XVII, en una muestra inaugurada ayer y organizada con motivo de los 350 años de su muerte. Esta efeméride ha sido celebrada con un simposio internacional sobre la figura del artista y con esta exposición, compuesta por 16 dibujos procedentes de la Biblioteca Vaticana y que permanecerá abierta hasta el 5 de enero en la Pinacoteca de la Santa Sede.

Se trata de una «reducida pero significativa» colección de diseños del artista que permite «profundizar y estudiar» sus construcciones y planteamientos estéticos en la Roma del Papa Inocencio X (1644-1655), explicó la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta.

La selección proviene de la Biblioteca pontificia, que los recibió de uno de los valedores del artista, Virgilio Spada. Los dibujos muestran la visión estética del arquitecto durante las cuatro décadas que pasó en Roma, contribuyendo a la grandeza artística de la Ciudad Eterna.

Borromini alcanzó el máximo apogeo de su trayectoria bajo las directrices de Inocencio X y parte de sus obras se enmarcan en los deseos del pontífice de la influyente dinastía de los Pamphilj de embellecer la urbe ante la llegada del Jubileo de 1650. Así, la exposición repasa sus aportaciones para la remodelación de la imponente basílica de San Juan de Letrán, que le granjearon una enorme fama, y también su idea para reestructurar otro de los templos patriarcales de la capital, San Pablo Extramuros.

En esta última, Borromini aplicó al parecer algunas propuestas descartadas en San Juan de Letrán, pero este grandioso proyecto que debía renovar el templo de la vía Ostiense cayó pronto en el olvido y nunca se llevó a la práctica.

Bernini, su gran rival

Importante también es el repaso que la exposición hace a la reforma de la Piazza Navona de Roma, donde Inocencio X tenía su residencia familiar. El pontífice deseaba renovar esa plaza, que se asienta sobre los vestigios de un estadio del emperador Domiciano, y para ello encargó a Borromini un proyecto que la hiciera más noble y monumental.

En la Pinacoteca vaticana puede apreciarse la propuesta de reforma del Palacio Pamphilj, junto a la iglesia de Santa Inés en Agonía, a cuya construcción también contribuyó. Asimismo se expone un dibujo de la fuente que Borromini diseñó para embellecer el lugar: una enorme «bañera» sobre la que debía erigirse el obelisco egipcio que yacía hecho pedazos en el circo de Majencio.

Esta idea jamás se llevó a la práctica a pesar del aprecio que el Papa le dispensaba y poco tiempo después la obra fue asignada al que la tradición cita como gran competidor de Borromini, Gian Lorenzo Bernini, que creó la monumental Fuente de los Cuatro Ríos.

En la muestra también puede apreciarse, entre otras, la propuesta de Borromini para reformar la pirámide Cestia de Roma en 1663, convirtiendo el monumento pagano en un templo cristiano, un proyecto para Alejandro VII, sucesor de Inocencio X en el trono de Pedro.

ABC / Efe