La orquesta que recicla basura y personas - Alfa y Omega

La orquesta que recicla basura y personas

Colaborador
Foto: Orquesta de Instrumentos Reciclados Cateura

Asunción, Paraguay. Al sur de la capital, el barrio de Cateura se despliega como una inmensa ciudad de inmundicia, un mar de chabolas hacinadas alrededor del mayor vertedero del país, que es a un tiempo el sustento y la tragedia de sus habitantes. De él viven miles de familias, que bucean cada día en busca de cualquier objeto al que puedan proporcionar una nueva vida. Porque en Cateura nada se da por perdido. Ni los objetos… ni las personas. Y lo mismo que se pueden reciclar una lata, un viejo motor o unas tuberías oxidadas, la pobreza extrema de muchos de estos niños se está reciclando en esperanza, en futuro y en dignidad a través de la música. Un proyecto maravilloso creado por una persona excepcional: Favio Chávez.

Favio nació en Buenos Aires en 1975, pero creció en Paraguay, entre Caperuguá y Asunción, donde estudió música, dirección de orquesta y gestión y administración de orquestas juveniles. Esta pasión, junto a su vocación humanista y un empujoncito del destino, le llevó en 2005 hasta Cateura. Favio se quedó horrorizado cuando vio las condiciones en las que vivían aquellos miles de niños y adolescentes y decidió que tenía que hacer algo por ellos, que debía centrar sus esfuerzos en ayudarlos a escapar de esa vida de basura y miseria, sin perspectiva de futuro, sin salida más allá del vertedero, las drogas o la delincuencia.

Su experiencia previa como director de orquesta le inspiró la idea de utilizar la música como elemento de transformación social y crear una pequeña orquesta con aquellos chavales, ansiosos por aprender. El problema era que la cantidad de candidatos multiplicaba el número de instrumentos disponibles, y el presupuesto para materiales era cero. Y entonces a Favio se le encendió una lucecita. Si nuestros recursos son tan escasos, pensó, busquémoslos en aquello que jamás escasea en Cateura: la basura. Con la impagable colaboración de Nicolás, un rescatador de basura y maestro lutier, empezaron a crear instrumentos de todo tipo a partir de los desperdicios. Una lata de pintura, un bidón de aceite, una cuchara, viejas cañerías, tablas de pallet, botones… se convertían en un violín, un saxofón, una batería o un chelo; y aquellos niños predestinados a la miseria o a la delincuencia, se convertían en músicos. «El mundo nos envía basura y nosotros le devolvemos música», nos dice Favio. De toda esa basura reciclada, de la ilusión y el talento de esos chicos igualmente reciclados, Favio ha logrado crear una maravillosa orquesta que ofrece conciertos multitudinarios por todo el mundo; y ha conseguido que muchos de esos niños desahuciados estén saliendo del vertedero. Les ha dado mucho más que enseñanza musical. Les ha dado educación, esperanza, sueños. Una vida.

«No debemos deshacernos tan fácilmente de las cosas como tampoco debemos desechar fácilmente a las personas». Este es el poderoso mensaje, la hermosa lección que nos deja la historia de Favio Chávez y su Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (que, por cierto, actuará en el Teatro Real de Madrid el próximo 28 de diciembre).

Pepe Álvarez de las Asturias
Coautor de la última entrega de Lo que de verdad importa (Lunwerg), en la que se recoge la historia de Favio Chávez