Danilo y Luciana, y Carlos y Daniela, sposi novelli: «Estoy tan emocionado que no siento ni el frío» - Alfa y Omega

Danilo y Luciana, y Carlos y Daniela, sposi novelli: «Estoy tan emocionado que no siento ni el frío»

Cada miércoles en la audiencia general, los recién casados cuentan con un lugar reservado. Se les llama en italiano sposi novelli y tanto en la plaza de San Pedro como en el Aula Pablo VI gozan de un sitio especial, siempre y cuando asistan al encuentro con el Papa vestidos de novios. Por eso, es muy frecuente que la plaza de San Pedro se llene de recién casados que acuden a la catequesis de los miércoles recibiendo, a su paso, las felicitaciones de cientos de peregrinos. Pero no solo tienen un sitio preferente. El Santo Padre también les dedica un tiempo especial al concluir la audiencia. Se acerca a ellos y los saluda

Ángeles Conde Mir
Carlos y Daniela (izquierda) y Danilo y Luciana, tras saludar al Papa Francisco. Foto: Ángeles Conde

En estos días invernales en Roma, con termómetros que no superan los 10 grados, la audiencia general se celebra en el Aula Nervi pero, al terminar, los esposos no pueden resistirse a inmortalizar su visita al Vaticano con una fotografía frente a la impresionante fachada de la basílica de San Pedro.

A las once de la mañana un buen número de parejas están allí haciéndose su particular sesión de fotos vestidos de novios. En medio de la plaza me encuentro con dos parejas brasileñas que han asistido como sposi novelli y que se acaban de conocer. Son Danilo y su esposa, Luciana —que se casaron el día 12 de diciembre—, y Carlos con su mujer, Daniela —con la que contrajo matrimonio el día 9 de diciembre—. Me explican lo que acaban de vivir en una mezcla de inglés y portuñol.

¿Estáis de luna de miel?
[Responden los cuatro] Sí. Hemos venido a Roma solo para ver al Papa.

Danilo, ¿entonces antes de casaros ya habíais pensado en venir a Roma durante la luna de miel?
Sí, claro. Ese era nuestro principal objetivo al elegir Europa para nuestra luna de miel. Haber venido aquí y haber conseguido ver al Papa esta mañana es un sueño hecho realidad.

Daniela, ¿y vosotros?
Nosotros hemos estado preparando esta visita a Roma y asistir a la audiencia durante, al menos, nueve meses. Unos amigos vinieron antes y nos hablaron de esta experiencia. Estamos emocionadísimos. Vamos a ir ahora a buscar las fotografías y el pergamino que certifica que hemos estado aquí.

¿Habéis saludado al Papa?
[Responde Danilo] Sí, pero ha sido muy rápido. Se acercó a la zona donde estábamos y nos dio la mano. Nos sonreía todo el tiempo. Yo le dije algo en portugués, pero él solo nos sonrió. Al menos nos dio tiempo a besarle las manos. Todavía me siento como en una nube. Es algo muy lindo. Mi esposa, Luciana, está como yo. No dejamos de sonreír. Yo aún no me lo creo. Imagina si estamos impactados que yo no siento ni el frío.

Y eso es mucho decir, porque en la Ciudad Eterna hace lo que llaman un freddo cane, de ese que se mete en los huesos. Ellos están en traje, sin abrigo, y ellas con el vestido de novia cubiertas tan solo por un pequeño fular. Me cuentan que han llegado pronto y que incluso hacía mucho más frío cuando se presentaron en el Aula Pablo VI porque, aunque los sposi novelli tengan el sitio reservado y no tengan que asistir antes como los demás peregrinos, la catequesis semanal comienza pronto. A eso de las nueve y media el Santo Padre llega para dedicar unos minutos a saludar a los peregrinos.

Daniela y Carlos tienen un sentimiento similar al de Danilo y Luciana.

Daniela, y vosotros, ¿cómo os sentís ahora?
[Responde primero Daniela y después Carlos]

Es una sensación indescriptible, me siento muy agradecida por haber podido asistir a la audiencia. Creo que es una gracia de Dios. Estoy muy feliz, muy emocionada y muy agradecida.

Yo también. Ha sido una experiencia única en mi vida y también en la vida de mi esposa. Estoy absolutamente conmovido.

¡Quizá vuestro primer hijo podría llamarse Francisco!
[Responde Danilo entre risas] ¡No creo!, aunque a Luciana le gustaría. Pero creo que es mejor dejar ese nombre para el Papa.

[Responde Luciana] Es un nombre muy bonito, ¿por qué no?

[Responden Daniela y Carlos también riendo]. Creo que es un nombre demasiado grande e importante.