«Hoy también yo os bendigo» - Alfa y Omega

«Hoy también yo os bendigo»

Monseñor Carlos Osoro se reunió el domingo 22 de marzo con cerca de 10 mil miembros del Camino Neocatecumenal de la archidiócesis de Madrid y de otras diócesis castellanas en estadio la Caja Mágica. Envió 8 nuevas comunidades en misión a diferentes barrios difíciles de la periferia madrileña. Además la Orquesta y coro del Camino interpretó la Sinfonía de los Inocentes, compuesta por Kiko Argüello, como preparación a la próxima Semana Santa y para interceder por el ministerio del arzobispo de Madrid

Juan Ignacio Merino
Foto: Efectoarte.com

En la tarde del domingo 22 de marzo, don Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid, se reunió con unos 8 mil miembros del Camino Neocatecumenal en el estadio multiusos la Caja Mágica en Madrid, donde Kiko Arqüello presentó al arzobispo la realidad de esta iniciación cristiana postbautismal en su archidiócesis. Primero presentó por vicarías las 216 comunidades que hay repartidas en 46 parroquias en la diócesis de Madrid, así como 17 comunidades en 9 parroquias de la diócesis de Alcalá, y las 48 comunidades en 18 parroquias de la diócesis de Getafe, cuyo obispo don Joaquín Mª López de Andújar estuvo presente en el encuentro. También participaron las comunidades de diferentes diócesis de Castilla León y Castilla la Mancha que junto con las madrileñas sumaban los 10 mil presentes.

Foto: Efectoarte.com

Tras una primera presentación, el arzobispo realizó el envío de 8 nuevas comunidades en misión a diferentes parroquias zonas secularizadas o con mayor dificultad como Pan Bendito, Moratalaz, Carabanchel o pueblos como Rivas Vaciamadrid de la diócesis de Alcalá. Son comunidades, que una vez terminado el itinerario neocatecumenal se ofrecen a partir en misión a barrios donde el ambiente social está paganizado o la comunidad eclesial es débil. Esta experiencia comenzó en el año 2009, cuando Benedicto XVI envió a las primeras comunidades en misión en Roma, y en Madrid en 2011, el entonces cardenal arzobispo Antonio Mª Rouco Varela envió a 10 comunidades madrileñas a diferentes barrios de la capital, donde desde entonces viven su fe y están al servicio de las necesidades pastorales de cada parroquia. Kiko Argüello mostró alegría y agradecimiento al ver cómo los párrocos ceden a una comunidad adulta de sus respectivas parroquias para que vayan a servir con su testimonio de vida a otras parroquias más necesitadas dentro de la misma ciudad, y Argüello afirmaba que se cumplía el Evangelio «el que tenga dos túnicas que de una», refiriéndose a las comunidades disponibles para partir. Y se refirió al providencial empeño del Papa Francisco por salir a la misión, cuando años antes ya el Camino realiza diversas modalidades de evangelización, «es un gesto de amor de Dios hacia nosotros», decía el iniciador de esta realidad eclesial.

El arzobispo preguntó al párroco que cede y al que acoge a la comunidad en misión si estaban dispuestos, e igualmente a toda la comunidad si estaban dispuestos a realizar esta misión, a lo que le seguía una bendición y la entrega de una cruz, por parte de don Carlos Osoro, a cada responsable de las 8 comunidades enviadas.

Tras el envío, comenzó la celebración catequético sinfónica. Kiko Argüello junto con la Orquesta y Coro del Camino Neocatecumenal ofrecieron a la Virgen como oración de agradecimiento y petición por el pontificado del nuevo arzobispo madrileño la Sinfonía de los Inocentes. La obra musical que ha compuesto Kiko Argüello y que se ha interpretado en lugares como Nueva York, Jerusalén o Austwich y que ha servido como puente de acercamiento a la comunidad judía. La Orquesta y coro formado por 200 músicos españoles e italianos del Camino y dirigidos bajo la batuta de Thomas Hanus, un director checoslovaco de fama internacional, miembro del Camino, hijo de judíos y cuya madre fue prisionera en un campo de concentración durante la II Guerra Mundial.

El arzobispo destacó, tras escuchar la obra sinfónica sobre la Pasión, Muerte y resurrección de Cristo, que «la Iglesia que camina en Madrid ha hecho también una sinfonía en la que ciertamente existe una partitura que es Jesucristo, Cristo resucitado, que ha llegado a nuestra vida y nos ha dado a los hombre su propia vida y nos ha dado un corazón nuevo», y que no sólo da al hombre su compasión, misericordia y pasión por los hombres sino que le regala y le devuelve la alegría, «una alegría que precisamente nos enseña este camino que es y que nosotros tenemos que recorrer».

Foto: Efectoarte.com

Cristo «nos ha dado la lámpara para ver la partitura que es él mismo, su santísima Madre la Virgen María, sin la cual el Camino Neocatecumenal no existiría», añadió Osoro, y exhortó a las nuevas comunidades en misión a saciar la sed que los hombres tienen de Dios: «¡Qué maravilla ver a unos hermanos que dejan su comunidad para marchar a otra y para anunciar a Jesucristo, una Iglesia que no se mira a sí misma, una Iglesia en la que no vale yo soy de Apolo yo de Pablo yo de Cefas, no, somos de Cristo, y para eso está vuestro arzobispo para recordároslo: somos de Cristo, sólo de Cristo ».

Al terminar el envío, don Carlos Osoro recordó como hace unas semanas el Santo Padre ha bendecido y agradecido la labor que hace el Camino sumándose a dicha bendición. «Hoy también yo os bendigo, porque sé que sois profecía también de pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera que es lo que vosotros ahora públicamente habéis manifestado», concluyó, animando a las comunidades e invitándolas a seguir adelante.