Jesús el pobre - Alfa y Omega

Jesús el pobre

Jesús Junquera Prats
Foto: Ángel de Antonio

En nuestro querido y viejo Madrid, encontramos la iglesia de San Pedro el viejo, que se puede considerar la más antigua que se conserva en la ciudad. Su fundación puede remontarse al siglo XIV, al ser mandada construir por el rey Alfonso Xl, en acción de gracias por haber ganado la batalla de la conquista de Algeciras en el año 1345, edificándose sobre una Mezquita que había en la calle del Nuncio. En el siglo XVII es reformada y desde entonces presenta la imagen que podemos ver en la actualidad, mostrando su parte neomudéjar. En su fachada encontramos dos pequeños escudos con el castillo y el león, únicos existentes en Madrid anteriores a los Reyes Católicos, y el escudo con el oso y el madroño coronados con las armas papales, que nos recuerda que el templo fue sede la Congregación de presbíteros naturales de Madrid (hoy en la calle San Bernardo). A su antigua campana se la hacía tañer, para ahuyentar las tormentas. Este hermoso templo acoge desde el año 1812 una de las joyas del Madrid devoto, la imagen de Jesús Nazareno conocido como el pobre. La imagen es una talla del año 1766, realizada en Sevilla por el escultor Juan de Astorga. Donada por la entonces marquesa viuda de Santisteban y Medinaceli, siendo de gran parecido con el llamado de Medinaceli, la figura es la misma, cambia el escapulario y la forma de la melena, y sobre todo se distinguen por la expresión de los rostros: el de el pobre presenta una cara más juvenil y con los ojos más abiertos y llorosos, refleja un sentido de profunda oración. Su devoción se vive en el barrio como algo propio y popular; ante él acuden sin cesar a presentar su oración y peticiones a diario gran número de vecinos y cada vez más de todo Madrid.

Todos los viernes a lo largo del año y especialmente en Cuaresma, los fieles acuden a venerar la sagrada imagen, que procesiona en la tarde del Jueves Santo por las estrechas calles del centro de Madrid a hombros de costaleros, que con esfuerzo y devoción hacen que la salida y la entrada al templo sea vivida con especial atención, debido a la baja altura del dintel de la puerta, haciendo a los costaleros postrarse para sacar a la imagen. Desde hace unos años con el Cristo procesiona la imagen de María Santísima del Dulce Nombre. Los dos juntos en la calles de Madrid hacen que al verlos pasar nos sintamos unidos al cielo.