Mario Mauro: «Sí hay discriminación social a los cristianos en Europa» - Alfa y Omega

Mario Mauro: «Sí hay discriminación social a los cristianos en Europa»

La suya es una de las voces más claras a la hora de defender los derechos humanos y la libertad religiosa en Europa, y también a la hora de denunciar los atropellos y persecuciones que sufren los creyentes en Cristo de todo el mundo —también de Europa—, a causa de su fe. No en vano, el eurodiputado italiano don Mario Mauro es el representante de la presidencia de la OSCE para la Lucha contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación, ha sido vicepresidente del Parlamento europeo y ha participado en 84 misiones europeas para defender la libertad religiosa en el mundo. Hace unas semanas participó en el EncuentroMadrid, donde concedió esta entrevista a Alfa y Omega:

José Antonio Méndez
Indignados acosan a jóvenes cristianos peregrinos, en la madrileña Puerta del Sol, durante la JMJ de 2011.

Las situaciones de amenaza a la libertad religiosa son más que evidentes en países como Nigeria, Venezuela o Irán. Pero, en la Europa de hoy, ¿hay situaciones de amenaza a la libertad religiosa?
Respecto a las amenazas a la libertad religiosa, es muy importante hacer una primera distinción, entre la persecución y la discriminación. Es cierto que hoy, en Europa, no hay persecuciones violentas, pero sí hay discriminación a los cristianos. En otros lugares del mundo, sí hay persecución violenta. Con los datos que tenemos, sabemos que, en el mundo, de cada 100 personas que mueren de forma violenta provocada por el odio a la religión, 75 son cristianos. Otra cosa es la discriminación social a los cristianos, que sí se da en Europa.

¿Por ejemplo?
Hay muchos: en algunos países europeos, por ejemplo, no es posible para un católico acceder al trono, ¡lo cual es increíble! Es cierto que esta discriminación no es fruto de nuestros días, pero sí es una discriminación real. En otra escala más grave, también ocurre que no es posible, o es muy difícil, que un católico sea aceptado para ocupar un cargo público sólo por expresar sus convicciones y vivir con coherencia su fe. El caso de mi colega Rocco Buttiglione, en la Comisión Europea, es el ejemplo característico de una discriminación que nace del prejuicio, y que quiere confinar la experiencia religiosa a la esfera de lo privado.

Entonces, la fe no es algo privado, en contra de lo que dicen muchos…
La fe no es sólo un hecho privado, sino que tiene una dimensión pública. Y esta dimensión pública es la que comprende el verdadero significado de la libertad religiosa. La libertad religiosa no es sólo la libertad de culto; comprende el respeto a la libertad de expresión, a la libertad de erigir y dirigir un colegio, o de hacer una obra social, o de admitir públicamente que uno busca, desde la fe, el sentido de la vida social y política.

¿Cuál es la causa, entonces, de esta discriminación de lo católico en la esfera pública europea?
Como ha dicho el filósofo polaco Józef Tischner, «Dios nace, el poder tiembla». Esto significa que el hombre que pone su esperanza en la fe, en Dios, es un hombre que no pone la confianza de su vida en la política ni en el poder y, en ese sentido, es un hombre libre, que no está bajo el control de quienes ejercen el poder. Ésta es la razón por la que las ideologías totalitarias, sobre todo el nazismo, el fascismo y el comunismo, y también los fundamentalismos, son contrarios al verdadero sentido religioso.

Las persecuciones violentas contra los cristianos son una realidad desconocida hoy por muchos en Occidente. ¿Por qué hay un silencio mediático en Europa acerca de las persecuciones a los cristianos que se dan en Asia y África?
Si consideramos la situación de los cristianos en Oriente Medio, la respuesta aparece muy claramente. Por una parte, la propaganda fundamentalista califica a los cristianos como occidentales. Esto no es verdad, simplemente porque el cristiano de Bagdad, por ejemplo, es un árabe que piensa en árabe, que canta en árabe y que reza en árabe. Sin embargo, los fundamentalistas lo descalifican diciendo que es occidental. Lo paradójico es que el mismo cristiano de Oriente, o de África, es considerado por los occidentales, especialmente en los ambientes mediáticos y políticos, como una especie de residuo de la colonización, lo cual tampoco es verdad, porque la comunidad cristiana de Bagdad, o de Nigeria, es muy anterior a la musulmana. Por eso es necesario que hagamos un trabajo cultural muy grande, para explicar la realidad a la gente.

Ha citado el caso de Buttiglione. En la Unión Europea, hoy, ¿es difícil ser político católico?
Yo diría que ser católico en la vida política europea actual, más que difícil, es apasionante y muy interesante. Por eso, invito a los jóvenes europeos a que se atrevan a participar como católicos de la vida política de sus países. Y en la Unión Europea, que participen no sólo como españoles, o italianos, o de otro país, sino que participen como católicos.