Una nueva procesión, en Cuenca, anima a la gente a participar en la Vigilia pascual - Alfa y Omega

Una nueva procesión, en Cuenca, anima a la gente a participar en la Vigilia pascual

«Desde que termina la procesión del Santo Entierro hasta la del Encuentro el Domingo de Resurrección había un vacío, y se dejaba de lado la liturgia más importante del año», subraya Pablo Muñoz, portavoz de la joven Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y las Santas Marías

María Martínez López
Foto: Hermandad de las Marías. Cuenca

Este Sábado Santo, la procesión del Duelo saldrá por primera vez de la parroquia de San Esteban, en Cuenca. Los miembros de la recién estrenada Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y las Santas María vestirán con túnica blanca, cordón dorado y capirote negro, acompañando a un paso que representa a la Virgen, María Magdalena y Salomé volviendo de enterrar a Jesús.

La procesión terminará a las puertas de la catedral momentos antes de que empiece la Vigilia pascual. Una vez se bendiga el fuego, «nos quitaremos los capirotes como signo de que se ha acabado el luto, y nos quedaremos con la túnica blanca», la vestidura pascual.

Pablo Muñoz es uno de los miembros de la junta de esta nueva cofradía, que antes de haber salido en procesión ni una sola vez ya cuenta con casi 600 hermanos. La mayoría son jóvenes, y bastantes «están en una hermandad por primera vez. Creemos que una de las razones de esta buena acogida es que desde el principio hemos tomado por bandera» reivindicar la Vigilia pascual dentro de la apretada agenda de la Semana Santa conquense.

«Había un vacío»

Esta ciudad castellano-manchega tiene la peculiaridad de que «las procesiones tienen que respetar el orden lógico de la Pasión. No sale, por ejemplo, una Soledad el martes. El Viernes Santo hay una explosión, con tres procesiones seguidas. Es extenuante», reconoce Muñoz.

Pero desde que termina el Santo Entierro hasta la procesión del Encuentro del Domingo de Pascua, había un vacío. «A algunos nos daba la sensación de que se había dejado de lado la liturgia más importante, la Vigilia pascual. La gente la podía vivir en su intimidad, pero no se hacía énfasis en ella».

Foto: Hermandad de las Marías. Cuenca

Por eso, pensaron aprovechar el componente narrativo que tiene la Semana Santa en la ciudad y aprovechar la procesión del Duelo para introducir a María Magdalena y Salomé. «Y, así, enlazar con la liturgia de la Vigilia pascual, pues son ellas quienes luego vuelven al sepulcro» y lo encuentran vacío. Así, buscan superar también la dicotomía que existe en muchos lugares entre acudir a los oficios y participar en las procesiones.

La vivencia de la Vigilia pascual diocesana, que está recogida en los estatutos de la hermandad, no se limita a que su recorrido conduzca a ella. «Algunos de nuestros hermanos van a participar en las lecturas, y también hemos donado el cirio», explica Muñoz.

Nació en Internet

Cuenca es una ciudad pequeña, donde la mayoría de la gente pertenece a varias cofradías. La Semana Santa puede llegar a ser un tema de conversación más popular en los bares que el fútbol. Y, sin embargo, la idea de la nueva cofradía surgió en Internet, hace ahora nueve años. «Algunas personas empezaron a plantear cómo llenar el Sábado Santo, que era el único día sin ninguna procesión. En seguida alguien dijo que a mediados de siglo, de 1956 a 1964, existió la procesión de las Marías».

Comenzó así un proceso de varios años que culminó en enero de 2017, cuando la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y las Santas Marías, ya erigida canónicamente, fue admitida en la Junta de Cofradías. «Allí llevaban tiempo intentando hacer algo en este sentido de promover la Vigilia pascual, pero hasta ahora no había cuajado».

Desde entonces, se han dedicado en cuerpo y alma para que su estreno, este Sábado Santo, sea perfecto. Sin embargo, la vida de la cofradía ya está en marcha. En septiembre celebraron su primer culto a la Virgen de los Dolores. Y esta primavera esperan celebrar otro culto para encomendar los exámenes de los estudiantes. «Está incluido en nuestros estatutos. Queríamos hacerlo porque somos una hermandad muy joven», explica Muñoz.

En cuanto al tercer pilar de la vida cofrade, la caridad, esperan dedicarle más atención el año que viene, cuando hayan superado los gastos de los inicios. «Haremos nuestra aportación a la parroquia donde tenemos la sede, San Román. Queremos ser una hermandad de barrio. El nuestro es muy populoso. Está a las afueras de la ciudad, y en él hay tanto zonas residenciales como gente muy necesitada».