«La cuestión no es cómo vienes, sino con quién te encuentras» - Alfa y Omega

«La cuestión no es cómo vienes, sino con quién te encuentras»

Fran Otero
El sacerdote Jesús Úbeda, en el centro de la imagen, en una jornada de convivencia con niños y padres. Foto: Jesús Úbeda

Jesús Úbeda, párroco de San Martín de la Vega, en la diócesis de Getafe, vio hace unos años la necesidad de dar respuesta a la llegada creciente de niños sin bautizar que se acercan a la parroquia. Al investigar, se dio cuenta de que ya existía un itinerario que proponer y se lanzó a implantarlo en su comunidad. Se topó, nada más empezar, con dificultades: el conocido «siempre se ha hecho así», y que muchos padres querían que sus hijos no bautizados estuvieran con el resto ya bautizados aunque los procesos fuesen distintos. Otra dificultad es que, al tener los niños que recibir los tres sacramentos de la iniciación cristiana a la vez, de alguna manera no compartían el día de la Primera Comunión con sus compañeros, pero aquello se solventó con facilidad, pues «estos niños pueden recibir estos tres sacramentos y luego hacer ya con sus compañeros la tercera o cuarta Comunión».

Los otros dos se han ido resolviendo con el tiempo y con la flexibilidad del párroco que, finalmente, decidió insertar a los niños no bautizados con los demás que asisten a catequesis. Fue positivo: «Los niños bautizados se convierten en compañía y los acompañan».

Úbeda añade que es fundamental el trabajo con la familia, pues muchas veces llegan con una idea del sacramento más bien social, «no por maldad, sino porque no han encontrado otra cosa» y, por ello, es necesario iniciar con ellos un camino. Esta tarea, prosigue, la realizan fundamentalmente los catequistas, que proponen a los padres encontrarse con la fe. En ocasiones, si no están confirmados, se les ofrece hacer un camino en paralelo con sus hijos. Un trabajo que da frutos: «Así, la comunidad crece por este trato personal. A veces, de diez familias se quedan dos. Incluso hay casos de parejas que estaban sin casar y que lo han hecho a raíz de venir a pedir el Bautismo de sus hijos. En una familia, vemos que los que están volviendo son los abuelos… Hay casos de conversiones preciosas, porque descubren algo que es para toda la vida». Para este sacerdote, hay que aprovechar estas oportunidades, porque, al final, «la cuestión no es cómo vienes, sino con quién te encuentras».