Los laicos de Osorno escriben una dura carta a los obispos chilenos - Alfa y Omega

Los laicos de Osorno escriben una dura carta a los obispos chilenos

La Comunidad de Laicos de Osorno, diócesis chilena golpeada por los abusos sexuales por parte de clérigos, escriben una carta publicada en el portal reflexionyliberacion.cl en la que recalcan que no pueden «callar lo que hemos visto y oído»

Redacción
Foto: REUTERS/Carlos Gutiérrez

En la misiva, los firmantes expresan «con dolor y vergüenza» su descontento «con los designados para guiar y pastorear a la grey» en «nuestra amada Iglesia chilena». Y aluden a nombres concretos de prelados, «a quienes el Papa les entrega su total confianza para evangelizar, proteger, formar y fomentar la paz de Cristo Resucitado y una vida llena de valores, abundante en amor y esperanza».

Los laicos de Osorno piden a estos representantes eclesiales que no sigan «en una gastada verborrea». Según la carta, «son los responsables de esta bochornosa crisis», por su «desacertada gestión evangelizadora, donde vemos con dolor que se han alejado de las necesidades del pueblo de Dios».

Recalcan que el Papa «no les ha llamado para que colaboren. ¿En qué pueden colaborar con él si nunca se han preocupado de hacer las cosas como su Santidad les pide?», se preguntan. «Siempre hacen lo contrario».

Ante esta situación, recuerdan que no se puede hablar de «reparación en lo posible del escándalo». La crisis «en que estamos sumergidos necesita una cirugía mayor; las confianzas no se restablecen pidiendo perdón solamente, sino que se deben tomar medidas concretas». Cada cual debe hacer «un examen de conciencia y, por amor a Cristo y a su pueblo, renunciar a la soberbia y al orgullo personal, porque no lo han hecho bien por negligencia, por omisión, o tan solo por desobediencia».

Los laicos de Osorno se preguntan si los representantes eclesiales chilenos sienten, como el Papa, «dolor y vergüenza. Creemos rotundamente que no, porque no han hecho absolutamente nada en estos tres años por escuchar al pueblo de Dios, y menos a las víctimas». Al contrario, «siempre quisieron invisibilizarnos denostándonos, desacreditándonos y haciendo incurrir a su Santidad a emitir juicios erróneos contra nosotros». Esto, añaden, «es una oportunidad que se les está dando para renacer, pero enmendando y reparando el gran daño ocasionado». Por eso, piden, «no pretendan en Roma seguir sosteniendo lo insostenible».

El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Santiago Silva, señaló en rueda de prensa tras recibir la carta del Papa que el Episcopado comparte el dolor del Papa Francisco: «No hemos hecho todo lo suficiente», afirmó. Asimismo, manifestó que «nuestro compromiso es que esto no se vuelva a repetir». En relación a la alusión hecha por el Pontífice a la «falta de información veraz y equilibrada», monseñor Silva señaló su certeza de que las autoridades de la Conferencia Episcopal pusieron a disposición del Papa la información que disponían en su momento.

Texto completo de la carta

Hoy, con mucho dolor y vergüenza pero con valentía, expresamos nuestro descontento con quienes están designados para guiar y pastorear a la grey y de nuestra amada Iglesia católica chilena, nos referimos en primer lugar al nuncio apostólico como representante del Papa Francisco en Chile, también al cardenal Errázuriz, integrante del C9, y a los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile, a quienes también el Papa les entrega su total confianza para evangelizar, proteger, formar y fomentar la Paz de Cristo Resucitado y una vida llena de valores y principios, abundante en amor y esperanza en nuestro Padre Redentor.

Este colegio episcopal no puede seguir en una gastada verborrea inconducente, porque ya sabemos que todo lo que escriben con la mano, lo borran fácilmente con el codo, esta bochornosa crisis que estamos pasando, es totalmente responsabilidad de su desacertada gestión evangelizadora donde, vemos con dolor, que se han alejado de las necesidades del Pueblo de Dios.

1.- ¡Qué falta de tino y criterio de quienes nos representan al momento de dirigirse al Papa Francisco!. Él no los llama para que le colaboren. ¿En qué pueden colaborar los obispos chilenos con el Papa Francisco, si nunca se han preocupado de hacer las cosas como su Santidad les pide? Siempre hacen lo contrario, dejando una sensación de no estar en completa sintonía con los postulados de su pontificado.

Según este caminar, los laicos y laicas de Osorno nos hemos dado cuenta que vuestros príncipes de la Conferencia Episcopal Chilena viven en una burbuja lejos de la problemática cotidiana de la grey, que están lejos de las enseñanzas de Jesús; podemos decir que su episcopado no es Cristocéntrico. Hoy está más que claro que viven en opulencia y gozan de los placeres que les da su estatus jerárquico. Hermanos en la fe, hoy no se puede hablar de «reparación en lo posible del escándalo», no es tan solo eso. La crisis en que estamos sumergidos como Iglesia católica chilena necesita una cirugía mayor; las confianzas no se restablecen pidiendo perdón solamente; se deben tomar medidas concretas, cada cual debe hacer un examen de conciencia y por amor a Cristo y a su pueblo, renunciar, a la soberbia y al orgullo personal, porque no lo han hecho bien por negligencia, por omisión, o tan solo por desobediencia.

2.- Si, el Papa no sintiera «dolor y vergüenza», ¿ustedes lo sentirían? Creemos rotundamente que no, porque no han hecho nada, absolutamente nada en estos tres años por escuchar al pueblo de Dios, y menos a las víctimas. Al contrario, siempre quisieron invisibilizarnos denostándonos, desacreditándonos y haciendo incurrir a su Santidad a emitir juicios erróneos contra nosotros con la «información poco veraz y equilibrada» transmitida por ustedes. Además, creemos que no es un desafío, sino una oportunidad que se les está dando para renacer, pero enmendando y reparando el gran daño ocasionado a tanto creyente y transversalmente a toda la comunidad cristiana y a la sociedad. Hoy día todo el mundo está pendiente de las resoluciones que tomará el Papa Francisco y, por lo tanto, no es una invitación, es un convocatoria, es una llamada de atención respetando la colegialidad episcopal. Entonces digamos las cosas con claridad y transparencia, y no pretendan en Roma seguir «sosteniendo lo insostenible».

3.- Hoy, como Conferencia Episcopal Chilena, «piden ayuda a sus comunidades», con sus «consejos y oración». ¡Pero si nunca las han tomado en cuenta! Tres años rogándoles, implorándoles que nos reciban y escuchen, con escritos prudentes y fundados, caminatas, viajes a Santiago y a Punta de Tralca, buscando ser tomados en cuenta… ¡Qué falta de respeto con su feligresía! Ninguna compasión, al contrario, siguen abriendo heridas con sus declaraciones sin fundamentos y poco asertivas y sin reconocer sus graves responsabilidades.

En este momento histórico queremos agradecer a Nuestro Señor Jesucristo, al Espíritu Santo, que nos ha guiado en esta odisea, al Papa Francisco, por su humildad al pedir perdón en su valiosa carta reciente, al cardenal Sean O’Malley por escuchar nuestro clamor, a monseñor Charles Scicluna y al reverendo Jordi Bertomeu por su ingente labor de escucha serena y empática.

¡El reino de Dios es para todos! Estamos llamados a ser parte integrante y a sentirnos pertenecientes del cuerpo místico de Jesús.

Todo sea para mayor gloria de Dios, En todo amar y servir.

Mario Vargas Vidal,
Danilo Andrade Barrientos,
Comunidad de Laicos y Laicas de Osorno