Al menos 15 muertos tras un ataque a una iglesia en la República Centroafricana - Alfa y Omega

Al menos 15 muertos tras un ataque a una iglesia en la República Centroafricana

Tras el atentado contra una iglesia católica, la violencia en la capital del país dejó otros varias víctimas mortales

Redacción
El cardenal Dieudonné Nzapalaingay, el pastor Philippe Sing-Na y el imán Kobine Layama.

Al menos 15 personas fallecieron en un ataque a una iglesia de la capital de la República Centroafricana, Bangui, y en incidentes violentos posteriores, informaron a EFE testigos de los sucesos.

Hombres armados dispararon durante la celebración de un cónclave anual en la Iglesia católica de Nuestra Señora de Fátima. Procedían al parecer del colectivo de musulmanes del distrito PK5. Este barrio, uno de los más conflictivos de la capital, fue visitado por el Papa Francisco durante su viaje en 2015.

«Estábamos en plena Misa en la iglesia esta mañana. Los criminales acorralaron la iglesia y comenzaron a disparar con armas y granadas. Diez personas murieron en el lugar, incluido el abad Albert Toungoumale Baba. Hay muchos heridos de bala y por la explosión de las granadas», dijo a EFE Signey Yamalé, un fiel de la parroquia testigo de los hechos.

El ataque desencadenó una ola de actos violentos y represalias en la capital centroafricana. EFE pudo constatar dos cuerpos sin vida más en el barrio número 2 de Bangui.

Un habitante del distrito PK5, Sanislas Dangabo, explicó a EFE que al menos otros tres cadáveres fueron trasladados a la morgue de la mezquita de Ali Babolo, donde la comunidad musulmana de Bangui deposita a sus muertos antes de enterrarlos.

El ataque tuvo lugar mientras las autoridades del país y la población celebraban la fiesta del Día del Trabajador en el barrio número 5 de la capital.

En mayo de 2015, la iglesia de Nuestra Señora de Fátima ya había sufrido otro ataque. La República Centroafricana vive un complicado proceso de transición desde que en 2013 los rebeldes Séléka derrocaran al presidente François Bozizé, desatando una ola de violencia sectaria que causó miles de muertos y ha obligado a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares.

El cardenal Dieudonné Nzapalaingay, el pastor Philippe Sing-Na y el imán Kobine Layama.

Los principales líderes cristianos y musulmanes cerraron filas desde el primer momento, desacreditando cualquier legitimación religiosa a la violencia. El arzobispo de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, (creado cardenal por el Papa) llegó a acoger durante varios meses en su casa al imán Kobine Layama (presidente de las comunidades islámicas de la República Centroafricana) para salvarle la vida. Completa el trío el pastor protestante Philippe Sing-Na. Los tres han creado impulsado comités locales por todo el país para favorecer el diálogo interreligioso y aislar a los grupos violentos.

Agencias / Redacción