El ciclista católico que salvó a decenas de judíos del nazismo - Alfa y Omega

El ciclista católico que salvó a decenas de judíos del nazismo

Gino Bartali ganó tres veces el Giro de Italia y dos el Tour de Francia. Utilizó su prestigio y su bicicleta, en una red secreta organizada por la Iglesia, para salvar la vida de numerosos judíos durante el nazismo. El Giro de Italia arrancó este viernes desde Jerusalén en su honor

José Calderero de Aldecoa
El ciclista italiano Gino Bartali es llevado a hombros tras proclamarse ganador de la 29 edición del Giro de Italia. Foto: Efe / Publifoto / ct.

El Giro de Italia comenzó este viernes su edición número 101 pero, curiosamente, no lo hizo desde suelo italiano. La ronda partió desde Jerusalén —es la primera vez que una de las grandes competiciones ciclistas no arranca desde suelo europeo— en honor de Gino Bartali, un laureado ciclista italiano que arriesgó su vida para salvar la de decenas de judíos durante el nazismo.

Bartali, católico devoto, nació en Florencia en 1914 y durante su trayectoria profesional ganó tres veces el Giro de Italia y dos el Tour de Francia, lo que le hizo famoso sin hacerle perder «la humildad» que tanto le caracterizaba, según explicó su nieta este miércoles cuando recogió el certificado que reconoce a su abuelo como ciudadano honorario del Estado de Israel.

«He venido hoy aquí para dar testimonio de su humanidad y bondad», dijo Giogia durante un discurso que terminó entre lágrimas en referencia a su abuelo, a quien calificó como «un hombre de paz» cuya máxima era «el bien se hace, no se dice».

Salvar judíos en bicicleta

Apodado «el hombre de hierro de la Toscana», Gino recorrió decenas de kilómetros sobre su bicicleta para entregar personalmente documentos de identidad que supusieron el salvoconducto para muchos judíos, además de entregar mensajes confidenciales a los partisanos de la Resistencia italiana.

El plan fue urdido por el cardenal Elia Dalla Costa, amigo y confesor de la familia Bartali, que había organizado una red clandestina de laicos y religiosos para ayudar a los judíos italianos a que no fueran deportados a los campos de concentración nazis. Dalla Costa, que contaba con el apoyo del Vaticano y del Papa Pío XII, pensó que el prestigio de Gino Bartali podría ayudar a su propósito.

«Cuando arriesgas tu propia vida para salvar otras, significa que todavía tienes fe en la humanidad», aseguró este miércoles el embajador italiano en Israel Gianluigi Benedetti. «La batalla más importante que ganó fue contra la opresión, la maldad y la injusticia», añadió.

En 2013 el ciclista florentino fue reconocido como Justo entre las Naciones, el máximo título honorífico que concede el museo del Holocausto (Yad Vashem) de Jerusalén a quienes se enfrentaron a las atrocidades del nazismo.

Agencias / J. C. de A.