La preocupación por el «expolio de África» - Alfa y Omega

La preocupación por el «expolio de África»

228 millones de personas pasan hambre en un continente que, hasta los años 70, era autosuficiente en alimentos y exportaba una media de 1,3 millones de toneladas anuales de alimentos

Redacción
Foto: REUTERS/Goran Tomasevic

Este 25 de mayo se conmemora la creación, en 1963, de la Organización para la Unidad Africana (OUA) —hoy Unión Africana— con el fin de promover la unidad y la solidaridad de los estados africanos. La ONG Manos Unidas, en este día, reflexiona sobre los desafíos a los que se enfrenta África.

El primero, el expolio. En África viven más de 1.200 millones de personas y, sin embargo, el producto interior bruto (PIB) del continente apenas representa el 1,5 % del total mundial. «A pesar de ser el continente con las mayores riquezas naturales del mundo, las políticas de venta de tierras a países de Europa, el Golfo Pérsico, América, China o India para su explotación indiscriminada, así como la actividad extractiva sin control, las agresiones al medioambiente o la especulación financiera, sitúan a África a la cola del desarrollo. De los 50 países menos desarrollados del mundo, 40 son africanos», asegura Waldo Fernández, desde Manos Unidas.«Mientras no se produzca un cambio radical en las políticas comerciales, medioambientales y financieras, que mantienen a la mayor parte de los países africanos en la pobreza, no podremos hablar de justicia en África y con África», afirma Fernández.

228 millones de personas pasen hambre en un continente que, hasta los años 70, era autosuficiente en alimentos y exportaba una media de 1,3 millones de toneladas anuales de alimentos. Hoy, los países de África deben importar, como media, el 25 % de los alimentos que consumen, «mientras en sus tierras abundan las plantaciones de palma de aceite, caña de azúcar, girasol y soja para biocombustibles», señala. «Parece insólito que países en los que el 80 % de la población depende de la agricultura y donde las emergencias alimentarias y las hambrunas son recurrentes, estén alimentando a las poblaciones de otros continentes».

Cooperación en África

En África se sigue muriendo de hambre y de enfermedades prevenibles; las guerras y los conflictos están a la orden del día; más de 300 millones de personas no tienen acceso al agua potable ni al saneamiento; hay corrupción y falta de democracia… Sin embargo, «sigue en pie y muestra al mundo signos de esperanza: en años recientes su PIB ha crecido a ritmos superiores al 5 %; se han reducido los porcentajes de mortalidad infantil y de malaria; han mejorado las políticas de salud pública y ha aumentado significativamente la escolarización», explica Waldo Fernández.

Además, cuenta con una riqueza incontestable: la juventud de su población. «Serán estos jóvenes, cada vez más formados y con una mayor conciencia política y social, los que encaminen al continente hacia el lugar en el que, por justicia, le corresponde estar», continúa Fernández.

Manos Unidas asegura «ser consciente de que el actual esquema de cooperación para el desarrollo necesita mejorar para resolver las ingentes carencias de África». Desde el punto de vista del hambre y la pobreza, »parece razonable que las ONGD prioricen el apoyo a proyectos encaminados a reducir las vulnerabilidades de las poblaciones pobres. Pero cualquier esfuerzo de cooperación será insuficiente si no se atacan de raíz las causas de la pobreza. Y esto pasa por un cambio radical en las políticas, internas y externas, que perpetúan la pobreza», asegura.

Manos Unidas / Redacción