Las guardianas. Las mujeres que no luchaban en el frente - Alfa y Omega

Las guardianas. Las mujeres que no luchaban en el frente

Juan Orellana
Hortense Sandrail (Nathalie Baye) junto a su hija Solange (Laura Smet), en la granja familiar. Foto: Guy Ferrandis/Pathé Films

Tras su paso por varios festivales, entre los que destacan los de Sevilla y Mar del Plata, nos llega esta película francesa de Xavier Beauvois que adapta una novela de Ernest Pérochon publicada en 1924. La película nos cuenta la historia de una familia durante la guerra del 14. Hortense Sandrail (Nathalie Baye) regenta la granja familiar de Paridier (Limousine) mientras sus dos hijos luchan en el frente. Le ayuda su anciano padre y su hija Solange (Laura Smet –hija suya también en la vida real–), cuyo marido ha sido capturado por los alemanes. Como necesitan más ayuda, Hortense contrata a Francine (Iris Bry), una joven muy religiosa, a la que en seguida acogen como una más de la familia. Pero la llegada al pueblo de un destacamento de soldados norteamericanos cambiará las cosas para siempre. Las guardianas es un homenaje a tantas mujeres que hacían funcionar el mundo cuando los hombres estaban en el frente.

La película recuerda poderosamente a la obra maestra del recientemente fallecido Ermanno Olmi, El árbol de los zuecos, por su descripción prácticamente documental de la vida de los campesinos. Aunque la de Olmi se ambientaba en el cambio del siglo XIX al XX, y esta se sitúa durante la Gran Guerra, la forma de vivir y trabajar, marcada por las estaciones y el clima, por las horas de sol… es exactamente la misma. Como similar es la implicación comunitaria en las labores agrícolas, y la profunda religiosidad de los personajes, mucho más desarrollada en la cinta del maestro italiano. En cualquier caso, la sensibilidad de Xavier Beauvois, el genial director de De dioses y hombres, imprime una sensibilidad humana que hace que el filme, largo y lento, no deje nunca de conectar con un espectador medianamente inquieto. El director sabe pintar sentimientos hondos y complejos con silencios y sencillos y bellos gestos humanos.

A pesar de la dureza que se va imponiendo progresivamente, la película tiene una positividad última, subrayada en el plano final, y que tiene mucho que ver con la fe del personaje de Francine, una mujer definida por el amor: amor a la familia que le acoge, amor al hombre de su vida, amor a su hijo, y amor a la vida en general. Por otra parte, algunas pesadillas de los hijos de Hortense cuando vuelven a disfrutar de sus cortos permisos, sus cartas, y sobre todo sus silencios, pintan el terrorífico telón de fondo de la guerra. También ofrece una crítica a los convencionalismos sociales de la época, dibujados sin aspavientos ni subrayados ideológicos. Ciertamente la película es muy académica, con una fotografía preciosista de Caroline Champetier (conocida por la singular fotografía de Holy motors), y con una estructura muy clásica. Pero la fuerza de la historia, y la magnética interpretación de Iris Bry, que se ha convertido en la revelación del año en el cine francés, compensan el posible formalismo del filme. La película obtuvo cuatro nominaciones a los Premios César que concede la Academia de Cine francesa.

Las guardianas
Director:

Xavier Beauvois

País:

Francia

Año:

2017

Género:

Drama

Público:

+7 años