El Papa cuestiona la fe ritualista y sin caridad de «muchos bautizados»: «viven como si Cristo no existiera» - Alfa y Omega

El Papa cuestiona la fe ritualista y sin caridad de «muchos bautizados»: «viven como si Cristo no existiera»

Francisco renueva en el Ángelus su agradecimiento a los patriarcas de las Iglesias de Oriente Medio por su participación en la jornada de oración por la paz en Bari

Ricardo Benjumea
El Papa saluda en Bari al patriarca Bartolomé de Constantinopla

«Muchos bautizados viven como si Cristo no existiera», lamentó este domingo el Papa durante el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro. Desde un punto de vista externo, «los gestos y signos de fe se repiten, pero no se corresponden a una verdadera adhesión a la persona de Jesús y a su Evangelio», aseguró.

«Cada cristiano –dijo– está llamado a profundizar en esta pertenencia fundamental, tratando de atestiguarlo con una conducta coherente de vida, cuyo hilo conductor es la caridad».

Francisco dijo estas palabras al comentar el pasaje del evangelio de este domingo, que muestra cómo Jesús, pese a ser ya muy conocido en toda Galilea, no puede realizar ningún milagro en Nazaret por la falta de fe de sus paisanos, quienes «hacen una comparación entre el origen humilde de Jesús y sus capacidades actuales: es carpintero, no ha estudiado, sin embargo, predica mejor que los escribas y hace milagros. Y en lugar de abrirse a la realidad, se escandalizan: ¡Dios es demasiado grande para rebajarse a hablar a través de un hombre tan simple!».

Se trata, en definitiva, del escándalo de la encarnación, del «acontecimiento desconcertante de un Dios hecho carne, que piensa con una mente humana, trabaja y actúa con manos humanas, ama con un corazón humano, un Dios que lucha, come y duerme como cada uno de nosotros», prosiguió el Pontífice.

También «en nuestros días, de hecho, puede pasar que existan prejuicios que nos impiden captar la realidad» de Dios, cuya gracia «a menudo se nos presenta de maneras sorprendentes, que no se corresponden con nuestras expectativas». En definitiva –advirtió el Obispo de Roma– «Dios no se ajusta a los prejuicios».

Tras la oración mariana, el Papa renovó su agradecimiento a los patriarcas de las Iglesias de Oriente Medio y a sus representantes por su presencia en la víspera en la jornada de oración por la paz en Bari, al sur de Italia, lugar donde se encuentran las reliquias de San Nicolás, considerado «puente entre el Oriente y Occidente».

«Doy gracias a Dios por este encuentro que ha sido un signo elocuente de unidad de los cristianos, y ha visto la participación entusiasta del pueblo de Dios», dijo Francisco.